Segundo aniversario del Viaje Apostólico del Papa a Marruecos
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"Cristianos y musulmanes, hermanos en el mundo que necesitan la paz", así se refería el Santo Padre en su video mensaje publicado en vísperas de su 28° Viaje Apostólico que lo llevaría, en el año 2019, a Rabat, donde del 30 y 31 de marzo realizó su Viaje Apostólico a Marruecos del que se recuerda el segundo aniversario. Una visita breve, en la que el Papa Francisco expresó su afecto a un pueblo que ya había recibido a un Sucesor de Pedro, Juan Pablo II, quien durante unas horas estuvo en aquella tierra, el 19 de agosto de 1985, invitado por el Rey Hassan II, evento que marcó un hito histórico, tal como lo consideraron los musulmanes y cristianos de ese reino.
Ya antes de partir el Pontífice expresaba su agradecimiento al Rey Mohammed VI por su invitación y a las autoridades de esa nación que hicieron posible aquel encuentro fraterno, en el que Francisco se presentó, poco más de tres décadas después, como "peregrino" tras las huellas de uno de sus predecesores y con la alegría de compartir con su población las convicciones expresadas en el encuentro de Rabat.
Cabe destacar que, si bien la Iglesia católica tiene una presencia en Marruecos desde hace más de ocho siglos, esta nación sólo estrechó sus primeros vínculos diplomáticos con el Vaticano en 1976 y pudo ejercer libremente sus actividades a partir de 1983. De manera que este viaje le ofreció a Francisco la oportunidad de visitar a la comunidad cristiana en Marruecos para alentarla en su camino. En efecto, el Obispo de Roma llamó a los creyentes a “vivir como hermanos” cuando afirmó en su discurso pronunciado en Rabat:
Para recordar, sintéticamente, las actividades que el Santo Padre realizó en aquella oportunidad, referiremos lo que él mismo dijo a su regreso, durante la en que trazó un balance de su y durante la cual renovó su gratitud a las autoridades y personas que lo hicieron posible, especialmente al Rey Mohammed VI que fue ”tan fraternal, tan amistoso, tan cercano”.
Tras las huellas de dos Santos
El Santo Padre dio gracias al Señor, que le permitió “dar un paso más en el camino del diálogo y el encuentro con los hermanos y hermanas musulmanes”, para ser “Servidor de la esperanza” en el mundo de hoy. Y dijo que su peregrinación siguió las huellas de dos santos: Francisco de Asís, que llevó un mensaje de paz y fraternidad al sultán al-Malik al-Kamil hace 800 años; y San Juan Pablo II, el Papa Wojtyła que en 1985 realizó su , después de haber recibido en la Ciudad del Vaticano, el primero entre los Jefes de Estado musulmanes, al Rey Hassan II. Y explicó:
Además, el Papa Francisco destacó la alegría y el honor que le produjo estar en el noble Reino de Marruecos, . Y recordó algunas de las cumbres internacionales que tuvieron lugar en ese país en los últimos años, a la vez que reiteró con el Rey Mohammed VI el papel esencial de las religiones en la defensa de la dignidad humana y la promoción de la paz, la justicia y el cuidado de la creación:
"Con esta perspectiva, también firmamos un junto con el Rey, para que la Ciudad Santa se conserve como patrimonio de la humanidad y lugar de encuentro pacífico, especialmente para los fieles de las tres religiones monoteístas".
Por otra parte, destacó su visita al Mausoleo de Mohammed V, durante la que rindió tributo a su memoria y a la de Hassan II, así como el . También dedico especial atención a la cuestión de las migraciones, tanto hablando con las autoridades, como en el . Mientras aludió a la ratificación del “Pacto mundial para una migración segura, ordenada y regular”, que definió:
"Un paso importante de cara a que la comunidad internacional asuma su responsabilidad. : acoger a los migrantes, proteger a los migrantes, promover a los migrantes e integrar a los migrantes".
Francisco afirmó en aquella audiencia general que “no se trata de dejar caer desde arriba programas de asistencia social, sino de recorrer juntos un camino a través de estas cuatro acciones, para construir ciudades y países que, al tiempo que conservan sus respectivas identidades culturales y religiosas, estén abiertos a las diferencias y sepan cómo valorarlas en nombre de la fraternidad humana”.
Cercanía a los migrantes de la Iglesia en Marruecos
Después de recordar que el último domingo de marzo de aquel año estuvo dedicado a la comunidad cristiana, destacó su visita al Centro Rural de Servicios Sociales, administrado por las religiosas Hijas de la Caridad, las mismas que en la Casa de Santa Marta llevan el dispensario y el ambulatorio para los niños, trabajando en colaboración con numerosos voluntarios.
Imágenes evangélicas de la sal, la luz y la levadura
En la "encontré a los sacerdotes, a las personas consagradas y al Consejo Ecuménico de las Iglesias. Es un pequeño rebaño en Marruecos", dijo el Papa y añadió:
La gran parábola de la misericordia del Padre
Por último, el Papa Francisco recordó la alegría de la comunión eclesial que encontró su fundamento y su plena expresión en la , celebrada en un complejo deportivo de la capital.
Y concluyó diciendo que “no es casualidad” que donde los musulmanes invocan cada día al “Clemente y al Misericordioso”, haya resonado “la gran parábola de la misericordia del Padre. Es así”:
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