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"Dirijo un cordial saludo a los fieles de habla portuguesa. En estos días mi oración se dirige a todos los que sufren la pandemia, especialmente en Manaos, en el norte de Brasil. Que el Padre Misericordioso los sostenga en este momento difícil. ¡Los bendigo de corazón!": fue el saludo que el Papa Francisco dirigió a los fieles de habla portuguesa en la Audiencia General de este miércoles 20 de enero.  

No es la primera vez que el Pontífice expresa su preocupación por la capital del Amazonas. En la primera ola de la pandemia, Francisco llamó al arzobispo de Manaus, Monseñor Leonardo Steiner, para expresar su solidaridad y cercanía a las víctimas del nuevo coronavirus. Era el 25 de abril de 2020.

"Por el amor de Dios, envíenos oxígeno", suplican los obispos de Amazonas y Roraima. Ahora, Manaos está viviendo una tragedia de nuevo, con la muerte de pacientes en los hospitales debido a la asfixia por falta de oxígeno.

Monseñor Leonardo grabó un video pidiendo ayuda: "Pongamos nuestra mejor humanidad al servicio de todos, y pongámonos también al servicio de todos nuestras fuerzas espirituales". El arzobispo pidió "dejar de lado las agresiones, los negacionismos, dejar de lado la política que dividen, que corrompe, dejar de lado el lucro por encima de la pandemia".

En una entrevista con Pope, el misionero español Padre Luis Miguel Modino declaró que se vive una "realidad de muerte" en el Estado, informando también de la ayuda ofrecida por la Iglesia.

Hace dos días, el Covid-19 hizo otra víctima entre el clero de Manaos, con la muerte del sacerdote palotino Celestino Ceretta, a los 79 años.