Papa, Jornada Misionera Mundial: salir de nosotros mismos, sin miedo a la misi¨®n de Dios
Sofía Lobos - Ciudad del Vaticano
El domingo 31 de mayo, solemnidad de Pentecostés, titulado ¡°Aquí estoy, Señor, mándame¡± (cf. Is 6,8), con motivo de la XCIV Jornada Misionera Mundial que se celebra el domingo 18 de octubre de 2020, en un contexto social marcado por la pandemia del coronavirus cuyo impacto ha causado un gran sufrimiento global.
En este sentido, el Santo Padre recuerda que este camino misionero de toda la Iglesia "continúa a la luz de la palabra que encontramos en el relato de la vocación del profeta Isaías: «Aquí estoy, mándame» (Is 6,8)".
En alusión a las palabras que pronunció el 27 de marzo en la plaza de San Pedro durante la oración a Dios por el fin de la crisis sanitaria, Francisco señala que al igual que a los discípulos del Evangelio, "nos sorprendió una tormenta inesperada y furiosa. Nos dimos cuenta de que estábamos en la misma barca, todos frágiles y desorientados; pero, al mismo tiempo, importantes y necesarios, todos llamados a remar juntos, ya que en esta barca, estamos todos".
El Papa reconoce en su mensaje que estamos realmente asustados, desorientados y atemorizados: "El dolor y la muerte nos hacen experimentar nuestra fragilidad humana; pero al mismo tiempo todos somos conscientes de que compartimos un fuerte deseo de vida y de liberación del mal".
Para orientarnos en este camino misionero, que cada bautizado está llamado a recorrer, el Pontífice señala como testimonio el sacrificio de la cruz, "donde se cumple la misión de Jesús" (cf. Jn 19,28-30)".
Por otra parte, el Santo Padre hace hincapié en que Jesús, crucificado y resucitado por nosotros, "nos atrae en su movimiento de amor y nos envía en misión al mundo y a todos los pueblos".
En su mensaje, Francisco también señala que el motor que impulsa al cristiano a entrar en la dinámica de la entrega de sí mismo es el hecho de haber recibido gratuitamente la vida, un don de Dios.
Es por ello que el Santo Padre nos invita a preguntarnos:
Al respecto, el Papa asegura que esta disponibilidad interior es muy importante para poder responder a Dios: ¡°Aquí estoy, Señor, mándame¡± (cf. Is 6,8). "Y todo esto no en abstracto, sino en el hoy de la Iglesia y de la historia", añade Francisco asegurando que comprender lo que Dios nos está diciendo en estos tiempos de pandemia "también se convierte en un desafío para la misión de la Iglesia".
Asimismo, el Papa indica que la pregunta que Dios hace: «¿A quién voy a enviar?», se renueva y espera nuestra respuesta generosa y convencida: «¡Aquí estoy, mándame!» (Is 6,8).
"Dios continúa buscando a quién enviar al mundo y a cada pueblo, para testimoniar su amor, su salvación del pecado y la muerte, su liberación del mal (cf. Mt 9,35-38; Lc 10,1-12)", escribe el Pontífice.
"La Jornada Mundial de la Misión también significa reafirmar cómo la oración, la reflexión y la ayuda material de sus ofrendas son oportunidades para participar activamente en la misión de Jesús en su Iglesia", concluye Francisco pidiendo a la "Bienaventurada Virgen María, Estrella de la evangelización y Consuelo de los afligidos, Discípula misionera de su Hijo Jesús, que continúe intercediendo por nosotros y sosteniéndonos".
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