Una virtud ecuménica: esa “humanidad poco común” de la que habla san Pablo
Griselda Mutual – Ciudad del Vaticano
La delegación ecuménica de la Iglesia luterana de Finlandia realizó su peregrinación anual a Roma en ocasión de la fiesta de San Enrique. Con las palabras del Apóstol Pablo el Santo Padre Francisco los recibió en la mañana del 17 de enero: “a ustedes gracia y paz, de parte de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo”, les dijo.
A todos los bautizados une una clara llamada a la santidad
En el discurso que les dirigió el Papa recordó la celebración, el domingo pasado, de la Fiesta del Bautismo del Señor, y expresó que la gratitud por el Bautismo une a los cristianos “en la comunidad de todos los bautizados”, y que el bautismo es, además, “una clara llamada a la santidad”.
A propósito de esta llamada, Francisco recordó el numeral 203 del informe del Grupo de Diálogo Católico – Luterano para Suecia y Finlandia, titulado “Justificación en la vida de la Iglesia”, que afirma: “Los que ya están bautizados, junto con sus hermanos y hermanas, pueden desarrollar sus oportunidades para la santidad, que deriva de la justificación común en Cristo. Como miembros del único y mismo Cuerpo Místico de Cristo, los cristianos están unidos entre sí y deben llevar sobre sí los las cargas los unos de los otros. Porque Cristo vino a redimir al mundo entero, la Iglesia y cada uno de los cristianos, tanto laicos como ordenados, tienen también como misión dar testimonio de la Buena Nueva en su vida cotidiana”.
La “humanidad poco común” de la que habla san Pablo
De este modo, el Pontífice hizo presente que la hospitalidad también forma parte del testimonio común de la fe en la vida cotidiana, y señaló que la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, que comienza mañana, “nos muestra esta virtud ecuménica” y, sobre todo, “nos la recomienda”:
«Nos mostraron una humanidad poco común», se lee en el Libro de los Hechos de los Apóstoles, en referencia a los habitantes de la isla de Malta, que acogieron al apóstol Pablo con hospitalidad junto a cientos de náufragos.
La humanidad hacia los demás nos hace partícipes de la bondad de Dios
Cristo, dijo el Papa, “quiere encontrarnos precisamente en aquellas mismas personas que han naufragado en la vida, ya sea literalmente o en sentido figurado”. Y aseguró que quienes ofrecen hospitalidad “no se hacen más pobres, sino más ricos”. Esto porque “la humanidad que mostramos a los demás nos hace misteriosamente partícipes de la bondad de Dios que se hizo hombre”. La gratitud por el bautismo, señaló, "conecta y ensancha" los corazones de los bautizados, y eso, "los abre al prójimo".
Concluyendo su discurso el Santo Padre remarcó que la comunidad de todos los bautizados no es un mero “estar los unos junto a los otros”, y mucho menos, “estar unos contra los demás”. Comunidad de bautizados, afirmó el Papa, “quiere convertirse en un cada vez más profundo ‘estar juntos’”. Y el ecumenismo espiritual y el diálogo ecuménico “sirven para profundizar este ‘estar juntos’".
Que este "estar juntos" siga creciendo, desarrollándose y dando frutos en Finlandia. Para que esto suceda, le pido a Dios que les conceda Su gracia y bendición en abundancia.
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