El Papa: la vida subsiste donde hay v¨ªnculo, comuni¨®n, fraternidad
Manuel Cubías ¨C Ciudad del Vaticano
Esta mañana, el Papa Francisco, reunido con los peregrinos en la Plaza de San Pedro, reflexionó sobre el Evangelio de Lucas 20, 27-38, que ¡°nos ofrece una maravillosa enseñanza de Jesús sobre la resurrección de los muertos¡±.
El Papa describe la situación en la que se ve implicado Jesús: ¡°es interrogado por algunos saduceos, los cuales no creían en la resurrección y por lo tanto lo provocan con una pregunta insidiosa. Se trata de un caso paradójico, basado en la Ley de Moisés: ¿de quién será esposa, en la Resurrección, una mujer que tuvo siete maridos sucesivos, todos hermanos entre sí, que murieron uno tras otro?¡±.
La respuesta de Jesús, afirma el Papa, le permite no caer en la trampa ¡°y responde que los resucitados en el más allá ¡®no toman ni mujer ni marido: porque, de hecho, no pueden morir más, porque son iguales a los ángeles y, porque son hijos de la resurrección, son hijos de Dios¡¯ (vv. 35-36)¡±.
La vida pertenece a Dios
Francisco profundiza afirmando: ¡°Con esta respuesta, Jesús invita en primer lugar a sus interlocutores ¨C y a nosotros también ¨C a pensar que esta dimensión terrena en la que vivimos ahora no es la única, sino que hay otra, ya no sujeta a la muerte, en la que se manifestará plenamente que somos hijos de Dios. Es un gran consuelo y esperanza escuchar esta palabra sencilla y clara de Jesús sobre la vida más allá de la muerte; la necesitamos mucho sobre todo en nuestro tiempo, tan rico en conocimientos sobre el universo, pero tan pobre en sabiduría sobre la vida eterna¡±.
¡°Jesús responde que la vida pertenece a Dios, que nos ama y se preocupa tanto por nosotros, hasta el punto de vincular su nombre al nuestro: es ¡°el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob¡±. Dios no es el dios de los muertos, sino de los vivos; porque todos viven por él¡±. (vv. 37-38).
La vida subsiste donde hay vínculo, comunión y fraternidad
El Papa prosigue: ¡°Aquí se revela el misterio de la resurrección, porque se revela el misterio de la vida: la vida subsiste donde hay vínculo, comunión, fraternidad; y es una vida más fuerte que la muerte cuando se construye sobre relaciones verdaderas y vínculos de fidelidad. Por el contrario, no hay vida si se tiene la presunción de pertenecer sólo a uno mismo y vivir como islas: en estas actitudes prevalece la muerte¡±.
Finalizó la reflexión pidiendo ¡°Que la Virgen María nos ayude a vivir cada día en la perspectiva de lo que afirmamos en la parte final del Credo: ¡°Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo que vendrᡱ.
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