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Mireia Bonilla 鈥� Ciudad del Vaticano

El Papa Francisco celebra la Santa Misa en la solemnidad de Pentecostés en la Plaza de San Pedro y asegura que la historia de los discípulos, que parecía haber llegado a su final, es renovada por la juventud del Espíritu: 鈥渁quellos jóvenes que poseídos por la incertidumbre pensaban que habían llegado al final, fueron transformados por una alegría que los hizo renacer鈥� y esta transformación 鈥� ha puntualizado 鈥� es obra 鈥渄el Espíritu Santo鈥�.  

Y es precisamente en torno a la tercera persona de la Trinidad que el Papa Francisco ha centrado su homilía. Para el Papa, el Espíritu no es, como podría parecer, 鈥渁lgo abstracto鈥� sino 鈥渓a persona más concreta y más cercana que nos cambia la vida鈥�. Y para corroborar esto, pide que nos fijemos en los apóstoles, a quienes el Espíritu no les facilitó la vida ni les realizó milagros espectaculares pero les trajo la armonía que les faltaba, 鈥減orque Él es armonía鈥� ha dicho el Obispo de Roma.

El Espíritu Santo trae armonía dentro del hombre

El Papa también ha señalado que la historia de los discípulos nos dice que incluso ver al Resucitado no es suficiente si uno no lo recibe en su corazón: 鈥淣o sirve de nada saber que el Resucitado está vivo si no vivimos como resucitados鈥�. Y en este sentido, explica que es el Espíritu el que hace 鈥渜ue Jesús viva y renazca en nosotros鈥� y el que 鈥渘os resucita por dentro鈥�.

La paz no es solucionar problemas externos sino recibir al Espíritu

Posteriormente, narrando cuando Jesús le dice a los discípulos: «Paz a vosotros» y les da el Espíritu, el Pontífice ha señalado que la paz no consiste en solucionar los problemas externos sino en recibir el Espíritu Santo: 鈥渃uántas veces nos quedamos en la superficie y en lugar de buscar el Espíritu tratamos de mantenernos a flote, pensando que todo irá mejor si se acaba ese problema, si ya no veo a esa persona, si se mejora esa situación鈥� ha dicho el Papa, advirtiendo que esta actitud no nos dará tranquilidad, pues 鈥渦na vez que termina un problema, vendrá otro y la inquietud volverá鈥�. En cambio, sí la encontraremos en la paz de Jesús y la armonía del Espíritu.

Necesitamos al Espíritu, no soluciones rápidas

El sucesor de Pedro también ha hablado de la actual forma de vida, en la que vivimos sometidos a prisas y en la que parece que la armonía está marginada. 鈥淰ivimos  en un continuo nerviosismo que nos hace reaccionar mal a todo鈥� dice el Papa y además, buscamos la solución rápida: 鈥渦na pastilla detrás de otra para seguir adelante, una emoción detrás de otra para sentirse vivos鈥�. Pero lo que necesitamos 鈥� puntualiza 鈥� 鈥渆s el Espíritu鈥�: 鈥渆s Él quien pone orden en el frenesí. Él es la paz en la inquietud, la confianza en el desánimo, la alegría en la tristeza, la juventud en la vejez, el valor en la prueba鈥�. Y es gracias a Él 鈥� ha señalado 鈥� que Jesús no es un personaje del pasado sino 鈥渦na persona viva hoy鈥�.

Las actuales desarmonías se traducen en divisiones

Por otro lado, el Papa ha hablado de las 鈥渄esarmonías鈥� actuales, afirmando que se han convertido en verdaderas divisiones: 鈥渆stán los que tienen demasiado y los que no tienen nada, los que buscan vivir cien años y los que no pueden nacer鈥� y en esta era de la tecnología 鈥� puntualiza 鈥� estamos distanciados: 鈥渕ás 鈥�蝉辞肠颈补濒鈥� pero menos sociales鈥�. Frente a esto, el Papa explica que necesitamos 鈥渆l Espíritu de unidad鈥�, que nos regenere como Iglesia, como Pueblo de Dios y como humanidad fraterna: 鈥淓l Espíritu Santo reúne a los distantes, une a los alejados, trae de vuelta a los dispersos. Mezcla diferentes tonos en una sola armonía, porque ve sobre todo lo bueno, mira al hombre antes que sus errores, a las personas antes que sus acciones鈥�.

El Papa insta a ser hombres espirituales: devolver bien por mal

Al final de su homilía, el Santo Padre denuncia la actual moda de 鈥渁djetivar e insultar鈥� 鈥� 鈥渄espués nos damos cuenta de que hace daño鈥� dice el Papa 鈥� y explica que devolviendo mal por mal y pasando de víctimas a verdugos, 鈥渘o se vive bien鈥�. De ahí de exhortación final a ser 鈥渉ombres espirituales que devuelven bien por mal y responden a la arrogancia con mansedumbre, a la malicia con bondad, al ruido con el silencio, a las murmuraciones con la oración, al derrotismo con la sonrisa鈥�. Pero para ser espirituales y gustar la armonía del Espíritu 鈥� concluye 鈥� 鈥渄ebemos poner su mirada por encima de la nuestra鈥�.