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El Papa Visita Centro Penitenciario Velletri

La tarde del Jueves Santo el Papa Francisco visita el Centro Penitenciario Velletri para celebrar la Misa con los privados de libertad

Manuel Cubías – Ciudad del Vaticano

La prisión, ubicada a 60 km al sur del Vaticano, se inauguró en 1991 y se amplió en 2012. La prisión de Velletri es una prisión masculina y el 42,5% de los reclusos son extranjeros. En esta prisión, clasificada según el sistema italiano como una "prisión de distrito", básicamente se detiene a personas en espera de juicio o se las condena a menos de 5 años.

Lavado de pies

«Este recibe a los pecadores y come con ellos» acabamos de escuchar al inicio del evangelio (Lc 15,2). Es lo que murmuraban algunos fariseos y escribas bastante escandalizados y molestos con el comportamiento de Jesús. Así comenzó la eucaristía el Papa Francisco cundo visitó el Centro de Detención en Pacora, Panamá en enero de este año. En esta ocasión, el Papa lavará los pies a 12 internos del Centro penitenciario Valletri.

Un gesto insólito

Esta celebración nos recuerda la manera que Jesús escoge para despedirse de sus discípulos. Él sabe que sus horas están contadas y no está dispuesto a ocultarse o huir. Por eso organiza una cena para prepararlos para el golpe. Su muerte no tiene que hundirlos en la desesperación. Se trata de una comida animada por la fe de Jesús en el reino definitivo del Padre.

Habla con claridad: «Les aseguro: ya no beberé más del fruto de la vid hasta el día en que lo beba, nuevo, en el reino de Dios». La muerte está próxima. Jerusalén no quiere responder a su llamada. Su actividad como profeta y portador del reino de Dios va a ser violentamente truncada, pero su ejecución no va a impedir la llegada del reino de Dios que ha estado anunciando a todos.

Comienza la comida siguiendo la costumbre judía: se pone en pie, toma en sus manos pan y pronuncia, en nombre de todos, una bendición a Dios, a la que todos responden diciendo «amén». Luego rompe el pan y va distribuyendo un trozo a cada uno. Todos conocen aquel gesto.

Jesús añade unas palabras que le dan un contenido nuevo e insólito a su gesto. Mientras les distribuye el pan les va diciendo estas palabras: «Esto es mi cuerpo. Yo soy este pan. Veanmé en estos trozos entregándome hasta el final, para hacerles llegar la bendición del reino de Dios» .

El evangelio de Juan dice que, en un momento determinado de la cena, se levantó de la mesa y «se puso a lavar los pies de los discípulos». Según el relato, lo hizo para dar ejemplo a todos y hacerles saber que sus seguidores deberían vivir en actitud de servicio mutuo: «Lavándose los pies unos a otros»

Se trata de un gesto insólito (J. A. Pagola).

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17 abril 2019, 10:47