Tuit del Papa: El Señor escucha la ǰó humilde
Manuel Cubías – Ciudad del Vaticano
El Señor escucha la oración humilde
El tuit del Papa para este día afirma que “El Señor escucha la oración humilde”. En la catequesis del 7 de febrero de 2018, Francisco afirma: podemos decir que en la Liturgia de la Palabra, a través del Evangelio y la homilía, Dios dialoga con su pueblo, que lo escucha con atención y veneración y, al mismo tiempo, lo reconoce presente y activo. Si, por lo tanto, escuchamos la “buena noticia”, ella nos convertirá y transformará y así podremos cambiarnos a nosotros mismos y al mundo. ¿Por qué? Porque la Buena Noticia, la Palabra de Dios entra por los oídos, va al corazón y llega a las manos para hacer buenas obras”.
Nos pone en camino
Tal como lo describe el Obispo de Roma, la oración no es un monólogo, no son palabras echadas al viento. La oración es diálogo. Un diálogo que después de reflexionado, después de asumido, nos pone en movimiento, nos pone en camino.
Un ejemplo es el Evangelio de Lucas 9,51-52: ”Cuando se completaron los días en que iba a ser llevado al cielo, Jesús tomó la decisión de ir a Jerusalén. Y envió mensajeros delante de él”. Jesús decide una vez ha dialogado con su Padre. Desde aquel momento, Jesús apunta hacia la meta. El advierte a las personas que quieren seguirlo, cuáles son las condiciones: no tener una morada fija; saberse despegar de los afectos humanos; no ceder a la nostalgia del pasado”.
Para Jesús es importante “escuchar en su corazón la voz del Padre y seguirla”. Para Jesús, se trata, afirma el Papa en el ángelus del día 30 de junio de 2013, de una decisión tomada en libertad. “Jesús nos quiere a los cristianos libres como Él, con esa libertad que viene de este diálogo con el Padre, de este diálogo con Dios. Jesús no quiere ni cristianos egoístas —que siguen el propio yo, no hablan con Dios— ni cristianos débiles —cristianos que no tienen voluntad”.
El ejemplo de María nos habla de escucha y de respuesta humilde, de respuesta Libre, capaz de poner al servicio de los demás los dones que le ha dado el Señor.
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