Misa del Papa en Letonia: "Unidos a Mar¨ªa salgan al encuentro del pueblo"
Juan Carlos Velarde - Ciudad del Vaticano
El Santo Padre ha presidido esta tarde, en el Santuario internacional de la Madre de Dios, dentro de su visita apostólica a Letonia; la Misa de María, Madre de la Iglesia.
Comenzó su homilía señalando la similitud entre la lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles y aquello que estaba viviendo él junto al pueblo de Letonia en la misa: ¡°íntimamente unidos, dedicados a la oración, y en compañía de María, nuestra Madre¡±.
En su reflexión sobre el evangelio de San Juan, el Papa subrayó dos momentos en los que se entrecruza la vida de Jesus con la de su Madre: las bodas de Caná y María al pie de la cruz. Al respecto señaló el Papa que: ¡°pareciera que al evangelista le interesa mostrarnos a la Madre de Jesús en esas situaciones de vida aparentemente opuestas: el gozo de unas bodas y el dolor por la muerte de un hijo¡±.
María, firmemente de pie junto a su Hijo
¡°María ¨Cdijo el Papa- está ¡°firmemente de pie¡± junto a su Hijo¡ con firmeza, ¡°clavada¡± al pie de la cruz¡ María se muestra en primer lugar así: al lado de los que sufren. Con ellos está también la Madre, clavada junto a esa cruz de la incomprensión y del sufrimiento¡±. La Virgen también ¡°nos muestra un modo de estar al lado de estas realidades¡ se trata de que quienes padecen una realidad de dolor nos sientan a su lado y de su lado, de modo firme, estable¡±.
De ahí que el Papa ha llamado a ir: ¡°al encuentro de nuestro pueblo para consolarlo y acompañarlo; sin tener miedo de experimentar la fuerza de la ternura y de implicarnos y complicarnos la vida por los otros¡±. (cf. ibíd., 270).
María, invitada por Jesús a recibir al discípulo amado
El Papa hizo la siguiente reflexión: ¡°María es invitada por Jesús a recibir al discípulo amado como su hijo. El texto nos dice que estaban juntos, pero Jesús percibe que no lo suficiente, que no se han recibido mutuamente¡±. De ahí que ¡°María recibe al discípulo, porque las relaciones que nos sanan y liberan son las que nos abren al encuentro y a la fraternidad con los demás, porque descubren en el otro al mismo Dios¡±.
El Papa señaló además: ¡±En tiempos donde pareciera que vuelve a haber modos de pensar que nos invitan a desconfiar de los otros¡, María y los discípulos de estas tierras nos invitan a acoger, a volver a apostar por el hermano, por la fraternidad universal.
María, mujer que se deja recibir
Señaló el Papa: ¡°María se muestra también como la mujer que se deja recibir, que humildemente acepta pasar a ser parte de las cosas del discípulo¡±, de ahí que señalase: ¡°Cuando con fe escuchamos el mandato de recibir y ser recibidos, es posible construir la unidad en la diversidad, porque somos capaces de mirar más allá, de ver a los otros en su dignidad más profunda, como hijos de un mismo Padre¡±.
Finalizó el Santo Padre su homilía destacando como ¡°María nos recuerda el gozo de haber sido reconocidos como sus hijos, y su Hijo Jesús nos invita a traerla a casa, a ponerla en medio de nuestra vida. Que todos en Letonia, sepan que estamos dispuestos a privilegiar a los más pobres, levantar a los caídos y recibir a los demás así como vienen y se presentan ante nosotros¡±.
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