Misa del Papa en Tallin: ?sean un pueblo santo, con el coraz¨®n abierto a Dios?
Ciudad del Vaticano - Juan Carlos Velarde González
Hoy el Santo Padre en la Plaza de la Libertad, en Tallin ¨C Estonia, ha celebrado la última celebración eucarística antes de su regreso a Roma después de haber visitado desde el pasado sábado los tres países bálticos: Lituania, Letonia y Estonia.
En la homilía en la misa votiva del Espíritu Santo que ha celebrado, el Santo Padre ha querido recordar el sufrimiento del pueblo de Estonia partiendo de la reflexión sobre la ¡°llegada del pueblo hebreo ¡ªuna vez liberado de la esclavitud en Egipto¡ª al monte Sinaí¡±. ¡°Vosotros ¨Cha continuado el Papa- sabéis de luchas por la libertad, podéis identificaros con aquel pueblo¡±.
Un pueblo que conoce el amor de su Dios
El Papa Francisco recordó cómo el pueblo que llega hasta el Sinaí ¡°es un pueblo que ya ha visto el amor de su Dios, es un pueblo que decide hacer un pacto de amor porque Dios ya lo amó primero y le expresó ese amor¡±.
Haciendo una consideración sobre el don de la fe recordó que: ¡°los cristianos sabemos que la propuesta de Dios lleva a la plenitud¡±, a la vez que hizo una reflexión más: ¡°Algunos se consideran libres cuando viven sin Dios o al margen de él. No advierten que de ese modo transitan por esta vida como huérfanos, sin un hogar donde volver. Nos toca a nosotros, al igual que al pueblo salido de Egipto, escuchar y buscar¡±.
Llamados al encuentro con Jesús
Ante esa búsqueda, esa ¡°sed, que habita en todo corazón humano, Jesús, nos anima a resolverla yendo a su encuentro. Él es quien puede llenarnos de la plenitud¡±.
Ante la tentación de buscar saciar la sed interior que lleva dentro de sí todo hombre, el Papa recordó que: ¡°En el desierto, el pueblo de Israel va a caer en la tentación de buscarse otros dioses¡ Pero Dios siempre lo atrae nuevamente, y ellos recordarán lo que escucharon y vieron en el monte¡±.
Ante esta llamada a volver a Dios, el Papa compartió con la pequeña porción del Pueblo de Dios que peregrina en Estonia: ¡°somos la pequeña porción que tiene que fermentar toda la masa, que no se esconde ni se aparta, que no se considera mejor ni más pura¡±. Y tomando el ejemplo del águila cuando resguarda a sus polluelos y los ayuda a valerse por sí mismos sin dejar de protegerlos, el Papa les recordó que:
¡°Así es Dios con su pueblo elegido, lo quiere en ¡°salida¡±, arriesgado en su vuelo y siempre protegido solo por él. Tenemos que perder el miedo y salir de los espacios blindados, porque hoy la mayoría de los estonios no se reconocen como creyentes¡±.
El Papa además dio pistas en la homilía para estar en actitud de salida, les dijo: ¡°Salir como sacerdotes; lo somos por el bautismo. Salir a promover la relación con Dios¡ Necesitamos crecer en una mirada cercana para contemplar, conmovernos y detenernos ante el otro, con una mirada respetuosa y llena de compasión que es capaz de sanar, desatar ataduras y hacer crecer en la vida cristiana y dar testimonio de ser un pueblo santo¡±.
Todos estamos llamados a ser santos
Añadió el Santo Padre: ¡°Hoy elegimos ser santos saneando los márgenes y las periferias de nuestra sociedad, allí donde nuestro hermano yace y sufre el descarte, en él está la imagen de Dios, es un hermano redimido por Jesucristo¡±.
El Santo Padre finalizó su homilía recordando al pueblo de Estonia: ¡°Qué bueno es sentirse parte de un pueblo. Vayamos a la montaña santa, a la de Moisés, a la de Jesús, y pidámosle que nos despierte el corazón, que nos regale el don del Espíritu para discernir en cada momento de la historia cómo ser libres, cómo abrazar el bien y sentirnos elegidos, cómo dejar que Dios haga crecer, aquí en Estonia y en el mundo entero, su nación santa, su pueblo sacerdotal¡±.
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