El Papa a 箩ó惫别苍别蝉 italianos: La Iglesia y el mundo necesitan de vuestra fe
Renato Martinez – Ciudad del Vaticano
“Vayan con Jesús, vayan con el amor de Jesús, con este amor, la vida se hace una carrera buena, sin ansias, sin miedos, aquella palabra que nos destruye. Sin ansias y sin miedos. Una carrera hacia Jesús y hacia los hermanos, con el corazón lleno de amor, de fe y de alegría”, con estas palabras el Papa Francisco alentó a los jóvenes italianos congregados en el Circo Máximo de Roma para la Vigilia de Oración en preparación al Sínodo de los Jóvenes, en programa del 3 al 28 de octubre de 2018.
A los casi 70 mil jóvenes que llegaron en peregrinación desde distintas partes de Italia bajo el lema: “Por mil caminos hacia Roma”, el Santo Padre los animó a recibir ese gran tesoro de cultura y de fe que han encontrado a lo largo del camino que los ha conducido hasta la capital italiana. “Espero – agregó el Papa – que hayan respirado profundamente las alegrías y las dificultades, la vida y la fe del pueblo italiano”.
Los discípulos de Jesús: “corren”
Comentando el pasaje del Evangelio de San Juan (20, 1-8), donde el evangelista narra la resurrección de Jesús, el Pontífice recordó que, esa mañana ha cambiado para siempre la historia de la humanidad. “Tenemos tantos motivos para correr – afirmó el Papa – muchas veces sólo porque tenemos muchas cosas que hacer y el tiempo no es suficiente. A veces nos apresuramos porque nos atrae algo nuevo, bello, interesante. A veces, al contrario, se corre para escapar de una amenaza, de un peligro”.
Desde esa mañana queridos jóvenes, dijo el Obispo de Roma, la historia no es la misma. En la hora en la cual la muerte parece triunfar, en realidad revela su derrota. “Ni siquiera la gran roca puesta ante el sepulcro – preciso el Pontífice – ha podido resistir. Y desde aquel momento, en todo lugar en la cual la vida es oprimida, en cada espacio en el cual dominan la violencia, guerra, miseria, allí donde el hombre es humillado y pisoteado, en aquel lugar puede todavía reencenderse una esperanza de vida”.
¡Correr es arriesgar!
Por ello, queridos jóvenes, alentó el Papa Francisco, porque son como el apóstol Juan, estoy feliz de verlos correr impulsados por vuestro corazón, sensible a la voz del Espíritu que anima vuestros sueños. “No se conformen de un paso prudente – agregó – se necesita la valentía de arriesgar un salto adelante, un impulso audaz y temerario para soñar y realizar como Jesús el Reino de Dios, y comprometerse por una humanidad más fraterna”. La Iglesia necesita de vuestro impulso, de vuestras intuiciones y de vuestra fe, señaló el Papa, sólo caminado juntos se hace pueblo, el pueblo de Dios.
Ver y creer
El Evangelio también nos habla de dos verbos, dijo el Papa, “ver y creer”. ¿De qué signos se trata? Juan nos dice que los discípulos viendo los signos que Jesús realizaba creyeron en Él. “Esta es la novedad revolucionaria del Evangelio – precisó el Pontífice – el sepulcro vacío de Cristo se hace el último signo en el cual resplandece la victoria definitiva de la vida”. Dios nos ha dado una potencia más grande de todas las injusticias y fragilidades de la historia, más grande de nuestro pecado: Jesús ha vencido la muerte dando su vida por nosotros. “Esa mañana del Domingo de Pascua ha cambiado la historia – concluyó el Papa – seamos valientes”.
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