Tweet del Papa: La plenitud de la vida entregada como Don
Sofía Lobos -Ciudad del Vaticano
La Iglesia defiende el derecho a la vida desde el momento de la concepción hasta el cese natural de su curso biológico, ya que es concebida como un don precioso otorgado por Dios, que debe ser defendido y custodiado bajo cualquier tipo de circunstancia o premisa.
Un don que, siguiendo el ejemplo de Jesús, alcanza su máxima plenitud cuando se entrega por amor a los demás, y no cuando se conserva de modo egoísta.
Así lo expresa, Jesús mismo en el Evangelio: «Les aseguro que si el grano de trigo que cae en la tierra no muere, queda infecundo; pero si muere dará fruto abundante. Quien aprecia su vida terrena, la perderá; en cambio, quien sepa desprenderse de ella, la conservará para la vida eterna» (Juan 12:24).
El Don de la vida entregada por los demás
En este contexto, el Papa Francisco aprovecha toda oportunidad para reivindicar la importancia de ser conscientes del enorme valor divino engendrado en la vida cada ser humano, que cobra sentido cuando es puesta al servicio del otro, "cuando es entregada y compartida con el prójimo".
El Sucesor de Pedro expresa, con frecuencia, esta idea también a través de las Redes Sociales.
En esta ocasión mediante su tweet, publicado el martes 24 de abril en su cuenta oficial de Twitter : "La vida tiene pleno sentido cuando se ofrece como un don; se vuelve insípida cuando se guarda para uno mismo".
Dar para ser, morir para vivir
Y el Pontífice va más allá con estas palabras, que no son una mera cuestión teórica, ya que los cristianos cuentan con un ejemplo concreto de plenitud, nacida "del ofrecer la vida por los demás": Jesús Eucaristía, quien con su sacrificio de amor, se entregó para la salvación de la humanidad.
Y así lo explicaba nuevamente el Papa Francisco, en su , profundizando sobre el valor de la eucaristía como "don de Dios, que se entrega por nosotros".
"La eucaristía nos lleva siempre al vértice de las acciones de salvación de Dios: el Señor Jesús, haciéndose pan partido para nosotros, vierte sobre vosotros toda la misericordia y su amor, como hizo en la cruz, para renovar nuestro corazón, nuestra existencia y nuestro modo de relacionarnos con Él y con los hermanos".
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