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Mireia Bonilla 鈥� Ciudad del Vaticano

En el Día Mundial del Enfermo de este año, que además coincide con la memoria litúrgica de la Santísima Virgen de Lourdes, el Papa Francisco invitó, antes de rezar la oración mariana del Ángelus, a 鈥渃ontemplar a Jesús como el verdadero médico de los cuerpos y las almas鈥�.

La purificación y audacia de Jesús sana al leproso

Francisco puntualiza que el hecho más inquietante es que 鈥�Jesús toca al leproso鈥� algo que estaba absolutamente prohibido por la ley mosaica ya que significaba estar infectado incluso dentro en el espíritu, es decir, 鈥�volverse impuro鈥�. Y lo más sorprendente en este caso es que el leproso no transmite el contagio a Jesús, sino que Jesús transmite al leproso la purificación. Una curación en la que admiramos, además de la compasión, 鈥渓a audacia de Jesús鈥�, que no está preocupado con el contagio, sino que se mueve solo 鈥減or la voluntad de liberar a ese hombre de la maldición que lo oprime鈥� señaló el Santo Padre.
El pecado nos hace impuros

El Papa además afirmó que 鈥�ninguna enfermedad es causa de impureza鈥� ni 鈥渁fecta o impide su relación con Dios鈥�, de hecho, señaló 鈥� 鈥渦na persona enferma puede estar aún más unida a Dios鈥�. Sin embargo, lo que sí que nos convierte en impuros es 鈥渆l pecado鈥�. Francisco recordó que el egoísmo y el orgullo, incluso entrar en el mundo de la corrupción 鈥渟on enfermedades del corazón de las que debemos ser limpiados, recurriendo a Jesús como el leproso鈥�. Y para liberarnos, debemos acercamos al sacramento de la Reconciliación 鈥渃on un corazón arrepentido鈥� y es así que la lepra del pecado 鈥渄esaparece鈥� y volvemos a vivir con alegría nuestra relación filial con Dios.