ÁԲܲ del Papa en ʱú: “Jesús quiere corazones sin maquillaje"
Sofía Lobos - Ciudad del Vaticano
Tras celebrar su encuentro con los en el Arzobispado de Lima, el Santo Padre se dirigió a la Plaza de Armas de la capital para rezar junto a miles de jóvenes la oración mariana del Ángelus, durante el último día de su viaje apostólico en tierras peruanas.
Antes de rezar a la Madre de Dios, el Obispo de Roma dirigió unas palabras de aliento a los miles de jóvenes allí congregados, expresando la enorme alegría de poder encontrarse con ellos: “Estos encuentros para mí son muy importantes y más en este año en el cual nos preparamos para el Sínodo sobre los jóvenes”, dijo, destacando que “sus rostros, sus búsquedas, sus vidas, son importantes para la Iglesia "que debe darles la importancia que se merecen y tener la valentía que tuvieron muchos jóvenes de esta tierra que no se asustaron de amar y jugársela por Jesús”.
Animándolos a perseverar en el camino de fe cristiana, "siguiendo a Jesús sin desanimarse", el Papa les sugirió tomar como ejemplo a uno de los santos más populares del Perú: Martín de Porres.
"Nada le impidió a ese joven cumplir sus sueños, nada le impidió gastar su vida por los demás, nada le impidió amar y lo hizo porque había experimentado que el Señor lo había amado primero. Así como era: mulato, y teniendo que enfrentar muchas privaciones. A los ojos humanos, o de sus amigos, parecía que tenía todo para «perder» pero él supo hacer algo que sería el secreto de su vida: confiar. Confió en el Señor que lo amaba, porque el Señor había confiado primero en él; como confía en cada uno de ustedes y no se cansará nunca de confiar”, dijo el Santo Padre.
No obstante, en su mensaje, Francisco también advirtió a los jóvenes que la vida espiritual "se vuelve muy difícil a veces", ya que los pensamientos negativos y dificultades "pueden hacernos creer que nos vamos quedando «fuera del mundial» y pareciera que nos van ganando; pero no es así", afirmó.
Jesús nunca abandona, confía en nosotros
"En esos momentos donde parece que se apaga la fe no se olviden que Jesús está a su lado", continuó diciendo el Papa, exhortándolos a no darse por vencidos ni perder la esperanza.
"No se olviden de los santos que desde el cielo nos acompañan; acudan a ellos, recen y no se cansen de pedir su intercesión. Esos santos de ayer pero también de hoy: esta tierra tiene muchos, porque es una tierra «ensantada». Busquen la ayuda, el consejo de personas que ustedes saben que son buenas para aconsejar porque sus rostros muestran alegría y paz. Déjense acompañar por ellas y así andar el camino de la vida", les aconsejó.
Por otra parte, el Sucesor de Pedro animó a la juventud peruana a "moverse para llevar adelante sus ideales", sin olvidarse de soñar y de trabajar para que esos sueños puedan convertirse en realidad; asegurándoles que "Jesús cuenta con ellos" y que por ese motivo, "cada uno debe preguntarse en su corazón qué misión les ha encomendado Él y si verdaderamente están dispuestos a seguirlo".
Un corazón "sin maquillaje ni photoshop"
Hablando sobre las desilusiones de la vida y de cómo por diversas circunstancias "podemos desanimarnos, ya sea con uno mismo o de los demás", el Sumo Pontífice hizo hincapié en que "Jesús nunca se desanima de nosotros" a pesar de nuestros errores, defectos e imperfecciones. Por eso, Francisco invitó a todos a intentar llevar una vida auténtica sin caer en la trampa de "maquillar" o "photoshopear" nuestro corazón, ya que en este caso, no es posible modificar la realidad.
"Sé que es muy lindo ver las fotos arregladas digitalmente, pero eso sólo sirve para las fotos, no podemos hacerle «photoshop» a los demás, a la realidad, ni a nosotros. Los filtros de colores y la alta definición sólo van bien en los videos, pero nunca podemos aplicárselos a los amigos. Hay fotos que son muy lindas, pero están todas trucadas y déjenme decirles que el corazón no se puede «photoshopear», porque ahí es donde se juega el amor verdadero, ahí se juega la felicidad".
"Jesús no quiere que te «maquillen» el corazón; Él te ama así como eres y tiene un sueño para realizar con cada uno de ustedes. No se olviden: Él no se desanima de nosotros. Y si ustedes se desaniman los invito a agarrar la Biblia y recordar a los amigos que Dios se eligió: Moisés era tartamudo; Abrahán, un anciano; Jeremías, muy joven; Zaqueo, uno de baja estatura; los discípulos, cuando Jesús les decía que tenían que rezar, se dormían; Pablo, un perseguidor de cristianos; Pedro, lo negó… y así podríamos seguir esta lista. ¿Qué excusa queremos poner?", planteó Francisco.
Jesús no mira nuestras defectos sino el amor que hay en el corazón
Y en relación a la benevolencia con la que Dios "elige a sus amigos", el Papa explicó que cuando Jesús nos mira, "no piensa en lo perfecto somos, sino en todo el amor que tenemos en el corazón para brindar y servir a los demás. Para Él eso es lo importante y siempre va a insistir en lo mismo; no se fija en tu altura, si hablas bien o mal, si te duermes rezando, si eres muy joven o un anciano... la única pregunta es: ¿Quieres seguirme y ser mi discípulo?".
"¡No gastes en disfrazar tu corazón, llena tu vida del Espíritu!", fue la recomendación de Francisco destacando que en el seguimiento de Jesús, "uno nunca, pero nunca, se queda fuera: aunque cometas errores; siempre el Señor nos regala una nueva oportunidad para volver a caminar con Él".
El último pensamiento de la alocución del Papa estuvo dedicado a María: "En mi oración los pongo en manos de la Virgen. Tengan por seguro que Ella los acompañará en todos los momentos de su vida, en todas las encrucijadas de sus caminos, especialmente cuando tengan que tomar decisiones importantes; allí estará Ella, como buena Madre, impulsándolos, sosteniéndolos para que no se desanimen. Y si por esas cosas te desanimas, no te preocupes que se lo dirá a Jesús. Solamente no dejes de rezar, no dejes de pedir, no dejes de confiar en su maternal protección", concluyó el Vicario de Cristo.
El Papa pide por la Paz en República Democrática del Congo
Al finalizar su discurso, el Pontícipe recordó a los jóvenes peruanos las guerras y conflictos que se viven en varias partes del mundo, haciendo una mención especial a la grave situación de violencia que se vive en el Congo:
"Hago un llamamiento a las autoridades y responsables del país, a poner todo el empeño posible y su máximo esfuerzo para acabar con toda forma de violencia con el fin de trabajar por el bien común", dijo el Papa pidiendo a los presentes en la plaza "rezar en silencio por los hermanos de República Democrática del Congo que sufren las consecuencias de la guerra y los conflictos violentos".
Seguídamente el Obispo de Roma se trasladó a la base aérea de Las Palmas para celebrar allí la última Santa Misa antes de despedirse de Perú y regresar a Roma, donde aterrizará el lunes 22 de enero.
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