Papa: el verdadero cristiano est¨¢ enamorado del Se?or
Gabriella Ceraso ¨C Ciudad del Vaticano
La palabra clave para no equivocarnos en nuestra vida de cristianos es estar ¡°enamorados¡± del Señor y tomar de Él la inspiración para realizar nuestras acciones. Así era Pablo, el Apóstol que hoy describe su vida en la Primera Carta a los Gálatas. Un equilibrio, por lo tanto, entre ¡°contemplación y servicio¡±, dos cualidades que ilustra muy bien el Evangelio de Lucas, centrado, en esta ocasión, en las figuras de Marta y María, las hermanas de Lázaro de Betania, en cuya casa Jesús es huésped.
Cristianos ajetreados pero sin la paz del Señor
¡°Son dos hermanas que, con su modo de actuar¡±, explicó el Papa en su homilía, ¡°nos enseñan cómo debe ir adelante la vida del cristiano¡±. ¡°María escuchaba al Señor¡±, mientras Marta estaba ¡°distraída¡±, porque se estaba ocupando de los distintos servicios. He aquí Marta, que es una de esas mujeres ¡°fuertes¡± ¨C reafirmó Francisco ¨C también capaz de reprochar al Señor por no haber estado presente en la hora de la muerte de su hermano Lázaro. Sabe ¡°ir adelante¡±, es valerosa ¨C observó el Pontífice ¨C pero carente de ¡°contemplación¡±, incapaz de ¡°perder el tiempo mirando al Señor¡±:
¡°Hay tantos cristianos que sí van el domingo a Misa, pero después están ocupados, siempre. No tienen tiempo ni para los hijos, y ni siquiera para jugar con sus hijos: es feo esto. ¡®Tengo tanto que hacer, estoy ajetreado¡¡¯. Y al final se convierten en cultores de esa religión que es el estar atareado: pertenecen al grupo de los ocupados, que siempre están haciendo¡ pero detente, mira al Señor, toma el Evangelio, escucha la Palabra del Señor, abre tu corazón¡ No: siempre el lenguaje de las manos, siempre¡ Y hace el bien, pero no el bien cristiano: un bien humano. A estos les falta la contemplación. A Marta le faltaba esto. Valerosa, siempre iba adelante, llevaba las cosas en la mano, pero le faltaba la paz: perder el tiempo mirando al Señor.
La contemplación no es no hacer nada
Por el contrario, está María: de quien el Papa aclara que no es que se dedica a ¡°no hacer nada¡±. Sino que ella ¡°miraba al Señor porque el Señor tocaba su corazón y desde allí, desde la inspiración del Señor, es de donde viene el trabajo que se debe desarrollar después. Es la regla de San Benito, ¡°Ora et labora¡±, que encarnan los monjes y las monjas de clausura, los cuales, ciertamente ¨C subrayó el Papa Bergoglio ¨C no ¡°están todo el día mirando el cielo. Rezan y trabajan¡±. Y, sobre todo, es cuanto ha encarnado el Apóstol Pablo, como está escrito en la Primera Lectura de hoy: ¡°Cuando Dios lo eligió¡± ¨C hizo notar Francisco ¨C ¡°no fue a predicar inmediatamente¡±, sino que ¡°fue a rezar¡±, ¡°a contemplar el misterio de Jesucristo que le había sido revelado¡±:
¡°Cada cosa que hacía Pablo la hacía con este espíritu de contemplación, de mirar al Señor. Era el Señor el que hablaba a su corazón, porque Pablo era un enamorado del Señor. Y ésta es la palabra-clave para no equivocarse: enamorados. Nosotros, para saber de qué parte estamos, si exageramos porque vamos hacia una contemplación demasiado abstracta, también gnóstica, o si estamos demasiado ocupados, debemos hacernos esta pregunta: ¡°¿Estoy enamorado del Señor? ¿Estoy seguro, estoy segura de que Él me ha elegido? ¿O vivo mi cristianismo así, haciendo las cosas¡ sí, hago esto, hago, hago, pero mira y el corazón? ¿Contempla?¡±.
Contemplación y servicio: el camino de nuestra vida
Es como cuando una marido regresa a su casa del trabajo y encuentra a su esposa que lo recibe: ella, que verdaderamente está enamorada, no hace que se acomode y después continúa con las tareas de la casa, sino que ¡°se toma el tiempo para estar con él¡±. Así también nosotros debemos tomarnos el tiempo para el Señor, para estar al servicio de los demás:
¡°Contemplación y servicio: éste es el camino de nuestra vida. Cada uno de nosotros piense: ¿Cuánto tiempo al día dedico a contemplar el misterio de Jesús? Y después: ¿Cómo trabajo? Trabajo tanto ¿que parece una alienación, o trabajo de modo coherente con mi fe? ¿Trabajo como un servicio que viene del Evangelio? Nos hará bien pensar esto¡±.
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