ÃÛÌÒ½»ÓÑ

2018.01.09 messa santa marta 2018.01.09 messa santa marta   (Vatican Media)

Papa: la doble vida de los pastores es una herida en la Iglesia

En su ³ó´Ç³¾¾±±ôí²¹ de la Misa matutina celebrada en la capilla de la Casa de Santa Marta, el segundo martes de enero, el Santo Padre exhortó a la cercanía a Dios en la oración y con la gente en la compasión

María Fernanda Bernasconi – Ciudad del Vaticano

Conmoción, cercanía y coherencia. Son las tres características que debe tener el pastor y su “autoridad†tal como lo afirmó el Papa  al comentar el Evangelio según San Marcos propuesto por la liturgia del día. Francisco explicó que se refiere a Jesús que enseñaba “como uno que tiene autoridadâ€, lo que representa “una enseñanza nuevaâ€. Sí, porque la “novedad†de Cristo – dijo – es precisamente el “don de la autoridad†recibido del Padre.

“Jesús tenía autoridad porque se acercaba a la genteâ€

Ante las enseñanzas de los escribas, de los Doctores de la Ley, que también “decían la verdad†– tal como lo destacó el Pontífice – la gente “pensaba en otra cosaâ€, porque lo que decían “no llegaba al corazónâ€: enseñaban “desde la cátedra y no se interesaban por la genteâ€. “En cambio – añadió Francisco – la enseñanza de Jesús provoca el asombro, un movimiento en el corazónâ€, porque lo que “da autoridad†es, precisamente, la cercanía. Y Jesús “tenía autoridad porque se acercaba a la genteâ€, comprendía sus problemas, sus dolores y sus pecados.

“Porque era cercano, comprendía. Acogía, curaba y enseñaba, con la cercanía. Lo que da autoridad a un pastor, o lo que despierta la autoridad que es dada por el Padre, es la cercanía: cercanía a Dios en la oración – un pastor que no reza, un pastor que no busca a Dios – ha perdido en parte la cercanía a la gente. El pastor separado de la gente no llega a la gente con el mensaje. Cercanía, esta doble cercanía. Ésta es la unción del pastor que se conmueve ante el don de Dios en la oración, y se puede conmover ante los pecados, ante los problemas, ante las enfermedades de la gente: conmueve al pastorâ€.

“Los escribas habían perdido la capacidad de conmoverseâ€

Los escribas – prosiguió diciendo el Santo Padre – habían perdido la “capacidad†de conmoverse precisamente porque “no estaban cerca de la gente ni de Diosâ€. Y cuando se pierde esa cercanía – evidenció Francisco – “el pastor termina en una vida incoherenteâ€.

“Jesús es claro en esto: ‘Hagan lo que dicen’ – dicen la verdad – ‘pero no lo que hacenâ€. La doble vida. Es feo ver pastores con doble vida: es una herida en la Iglesia. Los pastores enfermos, que han perdido la autoridad y van adelante en esta doble vida. Hay tantos modos de llevar adelante la doble vida: pero es doble… Y Jesús es muy severo con ellos. No sólo dice a la gente que los escuchen, sino que no hagan lo que hacen ellos. ¿Y a ellos qué les dice? ‘Ustedes son sepulcros blanqueados’: hermosos en la doctrina, vistos desde afuera. Pero por dentro, podredumbre. Así termina el pastor que no tiene cercanía a Dios en la oración y con la gente en la compasiónâ€.

El Papa Francisco también se refirió a la Primera Lectura y volvió a proponer las figuras de Ana – que reza al Señor para tener un hijo varón – y la del sacerdote, el “viejo Elíâ€, que “era débil, que había perdido la cercanía a Dios y a la genteâ€: había pensado que Ana era una borracha, mientras ella, en cambio, estaba orando en su corazón, moviendo sólo los labios. Fue ella, en efecto, la que le explicó a Elí que estaba “apesadumbrada†y que hablaba “el exceso de su propio dolor y de su propia angustiaâ€. Y mientras ella hablaba, Elí fue “capaz de acercarse a ese corazónâ€, hasta llegar a decirle que se fuera en paz: “Que el Dios de Israel te conceda lo que has pedidoâ€.

El Santo Padre explicó al respecto que Elí se dio cuenta “de haberse equivocado†haciendo salir de su corazón “la bendición y la profecíaâ€, porque después Ana se convirtió en la madre de Samuel.

“Yo diré a los pastores que han vivido su vida separados de Dios y del pueblo, de la gente: ‘No pierdan la esperanza. Siempre hay otra posibilidad. Para esto ha sido suficiente mirar, acercarse a una mujer, escucharla y despertar la autoridad para bendecir y profetizar; esa profecía ha sido hecha y el hijo le llegó a la mujer’. La autoridad: la autoridad, don de Dios. Sólo viene de Él. Y Jesús la da a los suyos. Autoridad al hablar, que viene de la cercanía a Dios y a la gente. Siempre ambas juntas. Autoridad que es coherencia, no doble vida. Es autoridad, y si un pastor la pierde, que al menos no pierda la esperanza, come Elí: siempre hay tiempo para acercarse y despertar la autoridad y la profecíaâ€.

Homilía del Papa en Santa Marta

Gracias por haber leído este artículo. Si desea mantenerse actualizado, suscríbase al boletín pulsando aquí

09 enero 2018, 10:21
Leer todo >