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Patricia Scotland, secretaria general de la Mancomunidad de Naciones, en el centro de la foto, con los ganadores del Premio Zayed Patricia Scotland, secretaria general de la Mancomunidad de Naciones, en el centro de la foto, con los ganadores del Premio Zayed  (@VaticanNews)

La fraternidad humana va más allá de la mera tolerancia

La secretaria general de la Mancomunidad de Naciones dijo a los medios de comunicación vaticanos que es necesario comprender que somos una sola familia y darnos cuenta de que nuestra humanidad puesto que es lo más importante

Joseph Tulloch – Abu Dabi

El Premio Zayed a la Fraternidad Humana se concede anualmente a personas o grupos de todo el mundo que «trabajan desinteresada e incansablemente para reducir las diferencias y crear una verdadera conexión humana». El premio se creó en el año 2019, tras la firma de un documento conjunto sobre la fraternidad humana por parte del Papa Francisco y el jeque Ahmed al-Tayyeb, gran imán de Al Azhar.

El premio de este año se entregará el martes 4 de febrero, Día Internacional de la Fraternidad Humana reconocido por la ONU, en una ceremonia que tendrá lugar en Abu Dabi. Los ganadores fueron seleccionados por un jurado independiente, entre cuyos miembros figura Patricia Scotland, secretaria general de la Mancomunidad de Naciones, que se reunió con los medios de comunicación vaticanos al margen de una conferencia de prensa en Abu Dabi.

Usted es miembro del jurado del Premio Zayed. ¿Cómo se llevó a cabo el proceso de selección?

“Fue un gran honor para mí que me pidieran que formara parte del jurado. Como saben, la Commonwealth representa a 56 países. Esto supone unos dos mil millones de personas, el sesenta por ciento de las cuales son menores de 30 años. Damos mucha importancia a los valores y nos regimos por un estatuto que refleja en gran medida los que encarna el Premio Zayed. Ha sido un gran honor poder participar, hemos intentado encontrar a aquellos que realmente demuestran la fraternidad humana, la igualdad y la inclusión”

¿Y cuánto duró en total?

Duró varios meses. Cuando nos reunimos como jurado, tuvimos que revisar centenares de candidaturas y luego profundizar. Pasamos por un proceso de preselección de los candidatos y luego volvimos a preseleccionarlos, prestando gran atención a la comprensión de cada candidatura y tratando de entender el impacto que estos candidatos han tenido en la humanidad. ¿Qué han hecho? ¿Cómo han hecho que la vida sea mejor, más rica y más significativa? ¿Fueron realmente faros de esperanza que permitieran a otros emularlos?

 

La Santa Sede también participa en el Premio Zayed y este año el cardenal Peter Turkson es miembro del jurado. Usted es católica, ¿qué papel ha desempeñado su fe en todo esto?

Mi fe fue increíblemente importante, y no solo porque uno de los primeros galardonados con este premio fue Su Santidad el Papa Francisco, junto con el Gran Imán. Es muy importante que estos dos santos hombres se reunieran para subrayar la importancia del amor en nuestro mundo, el amor por el otro, la comprensión, el respeto e ir mucho más allá de la mera tolerancia.

La fraternidad humana no consiste en tolerar, sino en comprender que somos una familia, que nuestra humanidad es fundamental más que cualquier otra cosa. Si eres católico, dirás que cada ser humano está hecho a imagen y semejanza de Dios, y que hay que preservar la santidad, la belleza de la vida, igual que hay que preservar el planeta en el que estamos.

“Así que ser juez era algo que me alegraba, porque, por supuesto, Su Santidad siempre dejó claro que debemos amar a todas las personas de la tierra, independientemente de su fe, color o forma. Es la humanidad lo que resuena en nuestros corazones”

Hace poco se reunió con el Papa, ¿qué tipo de conversación mantuvieron?

Para mí fue un gran honor. Todo el jurado fue a visitar a Su Santidad, para hablar del premio y de nuestro trabajo. Y también pudimos desearle feliz cumpleaños. Fue un momento muy especial. Para mí, en particular, fue un momento en el que pude volver a ver al Papa y asimilar su sabiduría. Siempre es una ocasión de reafirmación y alegría. Ha trabajado mucho. Él mismo es la encarnación, creo, de lo que muchos aspiran a ser.

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03 febrero 2025, 12:54