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Roberta Barbi – Ciudad del Vaticano

A mediodía hora local, «cuatro años de decadencia llegarán a su fin y comenzarán los cuatro años más grandes de la historia de Estados Unidos»: así saludó ayer el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, en vísperas de su investidura en la Casa Blanca, a miles de sus seguidores congregados en el Capital One Arena de Washington, desde donde relanzó su programa de Gobierno.

Las prioridades de la nueva presidencia

En materia de política exterior, está sin duda el fin de la guerra en Ucrania y la estabilización en Oriente Medio, donde «estuvo a punto de producirse la Tercera Guerra Mundial».

Trump se atribuyó así el mérito de la tregua alcanzada en Gaza entre Israel y Hamás, pero entre otras promesas de campaña también mencionó los aranceles y, sobre todo, la lucha contra la inmigración ilegal procedente de México. Este será probablemente el tema de uno de los primeros decretos ejecutivos firmados por el nuevo presidente, que liberará nuevos fondos para destinarlos a los migrantes:

«La invasión fronteriza terminará», reiteró. En materia de seguridad, aseguró «restablecer la ley y el orden en las ciudades» deportando a los inmigrantes ilegales y erradicando las bandas criminales. 

Gran asistencia a la ceremonia

A las 12.00 hora local – las 18.00 horas en Italia – comenzará la jura del cargo, que tendrá lugar en el interior de una Rotonda con capacidad para sólo 600 personas debido a las heladas que afectan a la costa este de Estados Unidos. Asistirán miembros de la familia de Trump, magistrados del Tribunal Supremo, jefes de comisiones de la Cámara de Representantes y del Senado y la cúpula del Congreso.

También estarán presentes muchos consejeros delegados donantes de grandes empresas tecnológicas, desde Elon Musk hasta Mark Zuckerberg y Jeff Bezos. Varios invitados extranjeros: entre los más esperados están la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, el presidente argentino, Javier Milei, y el vicepresidente chino, Han Zheng, cada uno de los cuales mantendrá una reunión privada con el nuevo presidente.