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Paola Simonetti - Ciudad del Vaticano

Las imágenes del lugar de la catástrofe, tomadas desde arriba, no han dejado lugar a dudas: del avión en el que viajaba el presidente iraní, Ebrahim Raisi, junto con otras ocho personas, entre ellas el ministro de Asuntos Exteriores, Amir-Abdollahian, sólo queda intacta la cola, mientras que la cabina está carbonizada. La noticia de la catástrofe y la escasa esperanza de hallar supervivientes había resonado en las últimas horas en los principales medios de comunicación iraníes, tras el anuncio oficial también de la televisión estatal y del vicepresidente Mansouri en un tuit. El Guía Supremo de Irán, Jamenei, hizo un llamamiento a la oración en todo el país. 

La causa de la catástrofe es incierta 

La dinámica del siniestro, que tuvo lugar en las montañas del noroeste de Azerbaiyán, aún no está clara, aunque se sospecha que la causa del presunto accidente es atribuible a las malas condiciones meteorológicas que azotaban la zona, que dificultaron enormemente las operaciones de rescate, puestas en marcha inmediatamente después de la catástrofe. Más de 70 equipos trabajaron con la solidaridad y ayuda de todos los países de la región. La zona de la catástrofe fue identificada por un dron enviado desde Turquía, que detectó focos de calor, lo que permitió a los rescatadores localizar el helicóptero, del que, sin embargo, no había señales de vida. 

El futuro político del país

Por su parte, el Gobierno iraní ha asegurado a sus aliados que seguirá funcionando políticamente «sin interrupción» tras la muerte del presidente Raisi y que «no habrá problemas» en la administración del país. Así lo confirmaron fuentes del Ejecutivo en una nota al término de la primera reunión tras el anuncio de la muerte del jefe del Estado, Raisi. Según la Constitución iraní, en caso de fallecimiento o incapacidad del presidente, el vicepresidente primero toma el relevo y asume las funciones del presidente hasta la celebración de elecciones en un plazo máximo de 50 días. El actual vicepresidente de Irán, Mohammad Mokhber, es el primero en la línea de sucesión.