±á²¹¾±³Ù¨ª: Prioridad para la regi¨®n y agenda para su transici¨®n
Johan Pacheco ¨C Ciudad del Vaticano
¡°Haití: una prioridad urgente para la región y una agenda para su transición democrática¡±, es el lema del coloquio que organiza la Academia Internacional de Lideres Católicos que se efectuará este sábado 4 de mayo, con la participación del Secretario de Estado del Vaticano, cardenal Pietro Parolin, personalidades de la politica Latinoamérica y miembros del nuevo Consejo Presidencial de transición de la nación haitiana.
En entrevista con Radio Vaticana ¨C Pope los organizadores del coloquio internacional, Rocco Buttiglione -Presidente de la Academia Internacional de Líderes Católicos-, y Mario Paredes -miembro del Consejo Directivo Internacional de la Academia de Líderes Católicos- expresan la preocupación genera la inestabilidad de Haití para Latinoamérica y el mundo, y el compromiso que los actores políticos nacional y la comunidad internacional debe asumir para ayudar a solventar la situación.
¡°Hay que reconstituir la estructura fundamental del Estado y por eso es probable que aquí tenga necesidad de una ayuda de otros países yo creo que sería mejor países latinoamericanos que como ya aconteció otra vez en el pasado la ayuden a reconstituir su fuerza de policía y a restaurar las condiciones fundamentales del orden público y después se necesitan elecciones libres y bajo un control internacional para reconstruir la relación entre el Estado y los ciudadanos¡±, señala Rocco Buttiglione.
Por su parte Mario Paredes, valora que ¡°Haití es un gran país y tiene un pueblo que realmente tiene una rica cultura religiosa cristiana y como país ha tenido grandes logros en el pasado y tiene una diligencia altamente educada, educada en el extranjero y también en Haití¡±. Y por tal motivo considera que ¡°se requiere de una acción urgente y el liderazgo haitiano está preparado para enfrentar el cambio, pero necesitan ayuda y por eso la Iglesia está muy decidida a acompañar este proceso¡±.
El presidente de la Academia Internacional de Líderes Católicos, consultado sobre la importancia de Haití para la democracia en la región, invitaba a cuestionarse: ¡°¿Cómo podemos hablar de patria grande latinoamericana? ¿Cómo podemos hablar de solidaridad internacional? ¿Cómo podemos hablar de una responsabilidad compartida para el futuro de la humanidad y en particular de la humanidad latinoamericana, si dejamos que un país sea destruido, así como está aconteciendo ahora en Haití?¡±
El coloquio internacional virtual al que pueden hacer registrándose en la web de la Academia de Lideres Católicos, los organizadores esperan que ¡°tenga su impacto en la sociedad latinoamericana y en el mismo Haití para rearmar los criterios que deben regirse de ahora en adelante, de cooperación, de ayuda, de solidaridad y de respeto a las mínimas instituciones que existen en este momento en ese país¡±.
Hace poco establecieron un Consejo Presidencial de transición en Haití. ¿Señor Rocco, cuál es la actualidad en Haití y sus principales problemas? ¿Qué expectativas hay también con esta nueva etapa en esta nación y este Consejo Presidencial de transición?
Rocco Buttiglione: Bueno, yo creo que Haití vive una situación dramática en que el Estado ha perdido el monopolio del ejercicio de la fuerza y la gente está sin defensa frente a bandas de narcotraficantes, de criminales. Hay que reconstituir la estructura fundamental del Estado y por eso es probable que aquí tenga necesidad de una ayuda de otros países yo creo que sería mejor países latinoamericanos que como ya aconteció otra vez en el pasado la ayuden a reconstituir su fuerza de policía y a restaurar las condiciones fundamentales del orden público y después se necesitan elecciones libres y bajo un control internacional para reconstruir la relación entre el Estado y los ciudadanos. Hay que quitar la violencia no se puede vivir una situación de violencia como la situación actual y hay que reconstruir una relación de confianza entre gobierno y ciudadanos. Me parece que estas son las dos tareas y el problema fundamental es escuchar al nuevo Gobierno que se ha constituido y ver lo que ellos piden y darle la ayuda que necesitan para reconstituir las condiciones de la vida democrática normal.
Este domingo, precisamente, el Papa Francisco pidió rezar por Haití para que consigan los caminos de superación de esta crisis, señor Paredes, ¿cómo leer este mensaje, del llamado del Santo Padre por Haití, unido también al llamado de la paz en el mundo, de los países que sufren en este momento?
Mario Paredes: Como decía el señor Buttiglione, la crisis de Haití la podemos localizar desde hace 30 años atrás y las cosas han ido de mal en peor hasta el punto en que es un Estado fallido. Es una sociedad convulsionada por la violencia, el crimen y todo esto manejado por el narcotráfico. Es decir, Haití se ha transformado en un puente para actos criminales, están impulsados por el tráfico de drogas que llega a Haití para luego seguir camino a otros senderos. El Santo Padre desde el día que lo visitamos, hace dos años atrás en una audiencia privada, donde asistió también el obispo hoy vicepresidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Dumas, quien sufrió un atentado y se encuentra hospitalizado en Miami en estos momentos, en ese diálogo que sostuvimos por 45 minutos con el Santo Padre. Él expresó su deseo de estar muy cercano al pueblo de Haití nos dio instrucciones de tomar algunas acciones y a la vez del desarrollo, invitándonos a que continuáramos impulsando un Plan Integral de Desarrollo en los diversos campos del desarrollo del país. Tanto en la industria, el comercio, la educación, la salud y esto lo hemos estado haciendo con un equipo que hay en Haití de haitianos profesionales, todos de alto valor profesional que se encuentran residiendo en Haití, graduados en Harvard y otras grandes universidades de los Estados Unidos. Ellos han desarrollado un plan integral. El Papa lo recibió. Lo conoció, se ha interesado y ha tenido repetidas intervenciones el Santo Padre a la luz del terrorismo que hay, que está financiado, repito, por estas bandas criminales del narcotráfico.
Señor Rocco, junto al llamado del Santo Padre y la ayuda de la comunidad internacional, ¿cree que el trabajo de la Iglesia también puede fortalecer los caminos de superación de esta crisis? y ¿cuál ha sido el papel de la Iglesia en Haití?
Rocco Buttiglione: Me parece que no es tanto que la Iglesia deja una contribución en este momento la Iglesia me parece ser la única realidad en Haití que tiene una relación viva con el pueblo y puede hablar en nombre del pueblo. La política ha fracasado, hay que reconstituir una política, una política centrada sobre la persona humana y eso debe, no puede iniciar de otro lugar que de la Iglesia que se ha se ha transformado en lo que en Italia hemos llamado en otras circunstancias igualmente dramáticas el l'avvocato del popolo, el que habla en nombre del pueblo, por supuesto tenemos mucha esperanza en la acción del nuevo gobierno que en una cierta medida nace en este diálogo, no por acaso hemos invitado el arzobispo con los representantes de la política, porque el diálogo entre política e Iglesia es fundamental. La Iglesia tiene una credibilidad y puede ayudar una nueva política a ganar credibilidad en Haití. No como puede llegar a un partido como política que constituye nuevamente las condiciones fundamentales de la vida de un pueblo, porque hay que reconstituir el sentimiento en el pueblo de su propia identidad y de su propia dignidad y por eso, bueno, hay una raíz natural de la vida del pueblo, no, pero hay también una raíz supranatural. Ser una cosa sola en Cristo nos ayuda también a ver los lazos naturales que nos unen como pueblo de una nación, en este caso como el pueblo de Haití. Por eso esta iniciativa nace de la conciencia de cristianos, de laicos y de sacerdotes cristianos de Haití. Y de naciones hermanas, hermanas latinoamericanas. Y por supuesto, como dijo don Mario Paredes en la presencia del Santo Padre fue una ayuda enorme que nos impulsó, que ha despertado nuestra conciencia y puede quizás ayudar a despertar la conciencia de todos.
Señor Mario Paredes, ¿Cómo ve el compromiso de la comunidad internacional? ¿Es necesario mayor compromiso?
Mario Paredes: Ciertamente la comunidad internacional está distraída, está mirando hacia otros lados y el compromiso real que debe ejercer el caso de Haití es muy flojo es más que nada de palabras y titulares. Y esto va tristemente. Las Naciones Unidas por sus miembros mantienen esa actitud, y los principales actores internacionales en Haití, que son Estados Unidos, Canadá y Francia, mantienen esa misma actitud. Uno no entiende como los Estados Unidos se ha tomado tres años para enfrentar la salida del Primer Ministro que acaba de renunciar, cuando a gritos y a voces se decía que era parte del problema el Primer Ministro. Por qué esta indolencia de parte de la comunidad internacional, también la comunidad latinoamericana es decir ha estado muy distante la problemática de Haití. Haití es un gran país y tiene un pueblo que realmente tiene una rica cultura religiosa cristiana y como país ha tenido grandes logros en el pasado y tiene una diligencia altamente educada, educada en el extranjero y también en Haití. Nosotros como Iglesia fundamos la Universidad Católica de Haití hace 40 años atrás y la Escuela de Enfermería, la Escuela de Agricultura, etcétera, la Iglesia ha estado presente. Debo decir sin ningún temor, hoy el pueblo haitiano subsiste por la caridad, la bondad y la solidaridad de las iglesias, la iglesia católica como de las iglesias protestantes. Es decir, nuestra Iglesia en los Estados Unidos tiene una sede de operaciones llamada Catholic Relif Services en Haití con cientos de empleados pagados por la Iglesia católica de los Estados Unidos para ayudar en esta crisis dramática distribuyendo comida, medicina, etcétera. Pero el balance es tenemos una comunidad cristiana en Haití muy amplia y que es la que ha sostenido al pueblo en esta crisis tan dramática.
Ustedes son especialistas en formación de laicos es importante la presencia de líderes católicos que aporten solución a los conflictos de manera especial a este del cual conversamos. Señor Rocco, ¿cuál debe ser el aporte del de un líder católico en estas circunstancias en el caso de Haití, también en otros casos de Latinoamérica y el Caribe?
Rocco Buttiglione: Creo que tenemos un grande problema como Iglesia ese problema es la formación de una clase dirigente que tenga entrañas de pueblo y cabeza de clase dirigente, entrañas de pueblo que comparta la vida del pueblo. Muchas veces las clases dirigentes manejan la cultura moderna de la complejidad, pero no la manejan al servicio del pueblo. El pueblo no tiene confianza en las clases dirigentes y se fragmenta, se fractura, esta lista a dar su apoyo a gente que permite soluciones fáciles y equivocadas para problemas que serán complejos y difíciles. Hay que reconstruir una relación de confianza entre líderes y clases dirigentes. Mucho se ha hecho, don Mario paredes habló de la Universidad Católica en Haití, habló de los esfuerzos. Hay que continuar y multiplicar estos esfuerzos el compromiso político es parte de la fe cristiana; la fe cristiana cambia toda la vida, renueva toda la vida, renueva también el compromiso político, no creando partidos sino creando una conciencia de ser pueblo, de ser nación en que cada uno defiende sus intereses particulares es justo cada uno que tiene intereses particulares de clase, de región, de ciudad, tiene que defenderlo en la política pero siempre recordando lo que dice el Papa Francisco: ¡°el todo, la totalidad es más importante que las partes¡±. Hay que conducir los diferentes intereses a encontrarse para el bien de la comunidad nacional. Hay que construir un pacto de comunidad nacional para reglas para que el país pueda vivir, para que se pueda construir futuro. Cada uno con su acentuación particular, cultural, social política. No estaría de la Iglesia decidir de eso, pero todos con la conciencia que somos parte del mismo pueblo de Dios y también el mismo pueblo de Haití en esta tierra porque es lo que se está diluyendo, es exactamente la conciencia de ese pueblo.
Este 4 de mayo, la Academia de líderes católicos realizará un coloquio internacional sobre Haití. Señor Paredes, ¿cuál es el objetivo de este foro? ¿Cómo participar? ¿quiénes serán los exponentes?
Mario Paredes: Ciertamente hemos concluido que la comunidad internacional debe pronunciarse en solidaridad con la nueva gestación gubernamental que se ha logrado acordar por la comunidad del Caricom, los veinte países del Caribe que se han reunido y han hecho un acuerdo. Finalmente, la comunidad internacional está mucho más interesada, y por ello el ex presidente de Chile, don Eduardo Frei, el ex presidente de México -Calderón- y el ex presidente de Costa Rica. Ellos tres van a ser los primeros expositores de la crisis y la situación que se encuentra en este momento el país. Después de una hora de presentación y diálogo, tendremos una segunda parte que son los miembros, algunos tres de ellos miembros del nuevo Consejo Presidencial que se ha escogido, que intervendrán y darán sus opiniones sobre los pasos a seguir para desarrollar una sociedad libre, democrática, participativa y a la vez, hacer conciencia de que Haití necesita de la solidaridad del mundo. Es impresionante saber que en el 1804 Haití es la primera nación africana libre en el mundo, en 1804, y encontrar Haití hoy en el Siglo XXI en esta tragedia es absurdo, obviamente inhumano lo que está sucediendo. E ignorar la crisis y el drama que se vive en ese país es totalmente irresponsable. Se requiere de una acción urgente y el liderazgo haitiano está preparado para enfrentar el cambio pero necesitan ayuda y por eso la Iglesia está muy decidida a acompañar este proceso hay un think tank light como lo mencioné anteriormente que está trabajando mucho, en la conferencia episcopal ha apoyado el Plan de Desarrollo Integral que le presentamos al Santo Padre así que los elementos están ahí pero se requiere por supuesto primero de seguridad, decir la seguridad en Haití, no existe de ahí la criminalidad, las bandas los asesinatos, etcétera. Así que estamos muy esperanzados
Finalmente quisiera preguntarles, ¿cuál es la importancia de atender urgentemente a Haití como una prioridad para la democracia de la región?
Rocco Buttiglione: ¿Cómo podemos hablar de patria grande latinoamericana? ¿Cómo podemos hablar de solidaridad internacional? ¿Cómo podemos hablar de una responsabilidad compartida para el futuro de la humanidad y en particular de la humanidad latinoamericana, si dejamos que un país sea destruido, así como está aconteciendo ahora en Haití? Tampoco es una tiranía, aún la tiranía es mejor que la anarquía. Yo me recuerdo creo que el único parangón que podemos hacer es con Nicaragua al tiempo de Walker cuando setenta y cuatro bandoleros que venían en este caso de Norteamérica se tomaron en su posesión una nación y la, no la gobernaron, la explotaron, la destruyeron hasta cuándo nos dio una reacción que hicieron las condiciones mínimas y todos somos responsables. Somos responsables a Estados Unidos porque esta situación nace también de los problemas del narcotráfico. El narcotráfico termina Estados Unidos en buena medida, no solo. Somos responsables los latinoamericanos, porque es un país latinoamericano, es responsable también Europa, que sigue hablando de sus elevados principios morales en la política internacional. Y pero frente a una cosa, sí parece que Haití no existe. Papa Francisco habla siempre de la cultura del descarte. Haití ha sido descartada por la comunidad internacional. Hay que tomar conciencia que no es posible descartar una nación de la comunidad internacional. Haití es un es un asunto que toca cada uno de nosotros.
Mario Paredes: Pues el doctor Buttiglione explica muy bien el sentido y la razón de la solidaridad de parte de la comunidad internacional y específicamente de la comunidad de naciones latinoamericanas que han estado ausentes realmente. Por ello, hemos diseñado este coloquio internacional donde estará el presidente Felipe Calderón, estará el presidente Ruiz Tagle y estará don Miguel Ángel Rodríguez. Primero habrá una intervención del cardenal Pietro Parolin en ese primer segmento, y también una intervención del señor Nuncio de los Estados Unidos quien ha sido nuncio en Haití en los años ochenta y, finalmente en esa porción estará monseñor Pierre-André Dumas que es el vicepresidente de la Conferencia Episcopal que se encuentra en Miami recuperándose después de un atentado criminal. Luego la agenda se centra más en los actores haitianos y ahí tendremos a un exministro del interior de Haití, que es Paul Bien-Aimé, y tendremos a un miembro del Consejo Presidencial de la transición, que es Leslie Voltaire y Regina Abraham, miembro del Consejo Presidencial también, así que confiamos que este coloquio realmente tenga su impacto en la sociedad latinoamericana y en el mismo Haití para rearmar los criterios que deben regirse de ahora en adelante, de cooperación, de ayuda, de solidaridad y de respeto a las mínimas instituciones que existen en este momento en ese país.
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