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Roberta Barbi – Ciudad del Vaticano

Con apenas 221 votos a favor y 212 en contra, la Cámara de Representantes de Estados Unidos – que tiene mayoría republicana desde las elecciones intermedias de noviembre de 2022 – autorizó investigaciones de impeachment contra el presidente estadounidense Joe Biden, acusado de tráfico de influencias por haber intervenido en nombre de su hijo Hunter, así como otros familiares y colaboradores cercanos, aprovechándose de sus conexiones políticas.

Las acusaciones

En particular, según las acusaciones, el jefe de la Casa Blanca recibió más de 15 millones de dólares de empresas extranjeras y gobiernos de Ucrania, Rusia, Kazajstán, Rumania y China entre 2014 y 2019, mientras que sus asociados recibieron otros 9 millones; Además, el presidente está acusado de haberse reunido con asociados extranjeros de su hijo al menos en 22 ocasiones. Los investigadores examinarán ahora miles de correos electrónicos en los que el propio Biden, según las acusaciones, utilizó un seudónimo. “La Cámara se ha expresado muy claramente”, comentó el presidente del Comité Judicial, Jim Jordan, según el cual la formalización de la investigación ayudará ahora a los investigadores a traer testigos y recoger documentos.

Un ataque que nació de mentiras

“Los republicanos eligen perder el tiempo con un plan político infundado – fue la reacción de Biden a la noticia, consignada en una nota – en lugar de trabajar para mejorar la vida de los estadounidenses, su prioridad es atacarme con mentiras”. Si la investigación se formaliza en los próximos meses, las acusaciones tendrán que ser sometidas nuevamente a votación en la Cámara. En ese momento, el presidente Biden, que los demócratas creen que es candidato en las elecciones presidenciales de 2024, sería destituido de su cargo sólo si dos tercios de la Cámara votaran en esa dirección.