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Paola Simonetti – Ciudad del Vaticano

Primero los rumores de un acuerdo para la liberación por Hamás de ochenta mujeres y niños israelíes a cambio de mujeres y jóvenes palestinos detenidos en Israel.

Luego la paralización del acuerdo por parte de Hamás tras el duro asedio al hospital Al Shifa puesto de rodillas por la falta de combustible vital para la infraestructura sanitaria, una escasez que ya ha causado la muerte de cinco bebés prematuros y siete enfermos en cuidados intensivos.

"Tememos que el número de víctimas aumente", declaró Youssef Abu Rish, viceministro de Sanidad de la Franja, "debido a los continuos combates y a la escasez de combustible".

Un contexto en el que se suceden las idas y venidas entre Hamás e Israel por la negativa del grupo islámico a suministrar trescientos litros de combustible.

Israel despliega fuerzas especiales sobre el terreno

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, aunque sigue rechazando un "alto el fuego", no descarta un acuerdo sobre los rehenes, pero mientras tanto despliega por primera vez sobre el terreno a decenas de Adanim, agentes de inteligencia, cuya misión, según las autoridades israelíes, es "lograr una rápida coordinación de la potencia de fuego combinando información exacta y disparos de precisión".

ONU: "Israel no protege a los civiles"

Y mientras Gaza está sumida en el caos, con más de once mil víctimas palestinas, las idas y venidas entre la ONU e Israel se han recrudecido: el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, vuelve a denunciar la falta de protección de los civiles; el primer ministro Netanyanu, replica:

Mientras tanto, se abre un corredor humanitario de siete horas para los palestinos al sur de Gaza.