Yenín, diez palestinos muertos en el ataque israelí, tres mil refugiados
Pope
El número de palestinos muertos en el ataque -el más violento en la zona desde hace al menos veinte años- perpetrado por el ejército israelí en Yenín (Cisjordania) en la noche del domingo al lunes ha ascendido a diez. Así lo ha anunciado el Ministerio palestino de Sanidad, que habla del hallazgo de "un cadáver" en la ciudad cuya identidad "aún se desconoce".
Tres mil refugiados fuera del campo
Se habla de más de 100 heridos, 20 de ellos graves. También se confirma que 3.000 personas de unos 18.000 habitantes han abandonado el campo de refugiados, mientras que el ejército israelí niega rotundamente haber ordenado a los residentes que abandonen el lugar y califica la noticia de "infundada". El vicegobernador de la ciudad dijo que estaba haciendo gestiones para alojar a los refugiados en escuelas y otros refugios.
La dinámica de los enfrentamientos
Iniciada en la noche del domingo al lunes, la operación fue desencadenada por la aviación israelí que atacó "un centro de operaciones de mando unificado" en el campo de refugiados de la ciudad que también servía, según la versión del ejército, como depósito de armas y explosivos, así como de "centro de coordinación y comunicación entre los terroristas". Casi al mismo tiempo, al menos mil soldados entraron por tierra en el campo de refugiados y comenzaron los enfrentamientos con los milicianos. Se cortó la electricidad en algunas partes de la ciudad. Durante el día de ayer se produjeron nuevos tiroteos en torno a la mezquita del campo, donde "hombres armados se habían atrincherado". Al parecer, el atentado de Yenín se planeó hace diez días, tras el asesinato de cuatro israelíes en Cisjordania.
Abu Mazen: un nuevo crimen de guerra
El secretario general de la ONU, Guterres, se declaró "profundamente preocupado", y su portavoz adjunto afirmó que "todas las operaciones militares deben llevarse a cabo respetando plenamente el derecho internacional humanitario".
Mientras tanto, en las Naciones Unidas y ante la comunidad internacional, Abu Mazen (Mahmud Abás) pidió "una acción urgente para obligar a Israel a detener la evacuación de los habitantes" del campo de refugiados de Yenín. En la reunión celebrada por la noche con la Autoridad Nacional Palestina, se volvió a calificar el ataque de "nuevo crimen de guerra", mientras Hamás y la Yihad Islámica amenazaban con vengarse.
Gracias por haber leído este artículo. Si desea mantenerse actualizado, suscríbase al boletín pulsando aquí