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Ucrania: La oración por el país y el deseo de paz en los dibujos de los ԾñDz

Se exponen reproducciones de obras de ԾñDz y óԱ ucranianos en Roma y otros lugares. Los organizadores expresan que intentan curar las almas de los ԾñDz que sueñan con la paz, no solo para ellos, sino también para el mundo entero.

Svitlana Dukhovych - Ciudad del Vaticano

"Algunos de estos dibujos se hicieron en un refugio sin luz. Muchos de los niños que las hicieron están desplazados, otros quedan en Kharkiv, Mykolaiv y otras ciudades bombardeadas. Envían sus dibujos a Lviv, los fotografiamos y luego los llevamos a diferentes ciudades del mundo". Lo cuenta Serhiy Hrichanok, un pintor de Kharkiv que, hasta la invasión rusa, enseñaba arte en un instituto de arte de la ciudad oriental. La guerra cambió drásticamente su vida y la de sus alumnos. Huyó de su ciudad natal y ahora vive en Lviv, en un convento que lo ha acogido junto a otros desplazados. Sin embargo, esto no ha cambiado su pasión por la pintura y su deseo de ayudar a los jóvenes a expresar a través de la pintura lo que viven en estos tiempos difíciles.

El concurso "Relevo por la Paz"

Serhiy Hrichanok es jefe del jurado del concurso "Relevo de la Paz", organizado por el Foro Internacional de Bellas Artes "Caballete de Oro" (Ucrania), una plataforma cultural y educativa que ofrece a niños y jóvenes programas educativos y galerías reales y virtuales de sus obras. La iniciativa también cuenta con el apoyo del Dicasterio para las Iglesias Orientales. El concurso "Relevo de la Paz", lanzado el pasado mes de febrero en Lviv, y al que se sumaron más de 2.000 niños y jóvenes de diferentes países del mundo, tiene como objetivo "contribuir al desarrollo del pensamiento creativo de los jóvenes pintores y sanar las almas de los niños que sueñan con la paz no sólo para ellos, sino para todo el mundo". Las exposiciones, con reproducciones de los dibujos elegidos por los organizadores, se organizaron en una decena de países, como Noruega, Bulgaria, Hungría, Eslovaquia, Japón y Estados Unidos. Unas 40 reproducciones de las pinturas de los jóvenes ucranianos fueron llevadas también a Roma, a la Casa General de los Padres Basilianos en Via San Giosafat, 8, en el barrio del Aventino, donde están expuestas al público desde el domingo 27 de noviembre. 

Algunas de las obras en exhibición.
Algunas de las obras en exhibición.

La expresión artística como vehículo para superar el trauma 

"A veces pensamos que nuestros hijos no oyen, que no prestan atención a lo que ocurre a su alrededor", dice Iryna Zorina, una de las organizadoras, "y que el cuidado de los padres es como unas alas para protegerlos". Pero oyen lo que dicen los adultos, escuchan las noticias en la televisión, las leen, las oyen en la escuela, y se preocupan, y su preocupación tiene mucho peso, atraviesa todo su ser, así que nuestra protección, nuestra ayuda y nuestro cuidado para ellos son muy significativos'. Serhiy Hrichanok explica que tantos niños también representan los horrores de la guerra. "Los niños de Kharkiv dibujan lo que han vivido", dice, "algunas obras tienen una gran carga emocional y pueden considerarse ejemplos del estilo expresionista. Expresar los sentimientos y las experiencias a través del arte es importante para poder superar el trauma, pero los artistas adultos también tratan de empujar a los jóvenes a mostrar su deseo de paz, luz y esperanza a través de la pintura, intentando que piensen en el futuro".

El deseo de paz de los niños

Natalya Flyak, pintora y directora de un estudio de arte en Lviv, explica el significado de los símbolos representados por los jóvenes pintores: "Muchos niños han representado ángeles, que son mediadores entre Dios y la gente. Muchos niños utilizaron en sus trabajos los colores amarillo-azul que son los colores de nuestra bandera ucraniana. Vemos varios motivos étnicos ucranianos, en particular el símbolo de la estrella de ocho puntas. El símbolo del árbol de la vida es muy común, también hay espigas de trigo, símbolo del campo de trigo ucraniano. Muchos niños también dibujaron pájaros, y un pájaro es un símbolo de la oración que vuela hacia Dios". Para el padre Polikarp Martselyuk, de la Orden Basiliana de San Josafat, que ayudó a llevar a Roma la exposición de jóvenes ucranianos, es fundamental hacer oír la voz de los pequeños, que "a través de la pintura, de la armonía del color y de la forma, intentan transmitir su deseo de paz". "Su deseo de que el Señor mire desde el cielo y nos conceda la paz debe llegar a todas las ciudades", concluyó el padre Martselyuk, agradeciendo a la Congregación de las Iglesias Orientales, y en particular al cardenal Sandri, el apoyo a la labor de estos niños.

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04 diciembre 2022, 14:16