á: otra joven se convierte en símbolo de las protestas
Emanuela Campanile - Ciudad del Vaticano
El puño duro de las fuerzas de seguridad sigue golpeando a los manifestantes que llevan semanas saliendo a la calle contra el gobierno iraní. El enfrentamiento más duro se produjo ayer en el cementerio de Khorramabad, en el oeste de Irán, para conmemorar a la joven Nika Shakarami, que murió hace un mes durante una manifestación y fue declarada suicida por la fiscalía de Teherán. Sin embargo, muchos testigos refieren que la muchacha fue arrestada
Nika como Mahsa Amini
La muerte de la joven de 16 años se ha convertido en un caso internacional, transformando Nika en otro símbolo de la protesta, al igual que Mahsa Amini. Para el presidente iraní, Ebrahim Rais, las revueltas -que se están extendiendo en todo el país- "abren el camino al terrorismo" y son la causa del atentado del 26 de octubre en Shiraz, reivindicado por el Isis.
Los "enemigos de Irán"
"La intención del enemigo es interrumpir el progreso del país", declaró el presidente Rais, prometiendo que los enemigos de Irán responsables del atentado serán castigados, y afirmando que los terroristas cuentan con el apoyo de Estados Unidos y Europa. Acentuando la tensión están también la controversia suscitada por la pregunta del Secretario del Alto Consejo Iraní de Derechos Humanos sobre por qué "los mecanismos para los derechos humanos guardan silencio" en referencia al atentado terrorista de Shiraz.
El apoyo de Rusia
De parte de Irán está el presidente ruso Vladimir Putin, que aprovecha la ocasión para confirmar su disponibilidad a "aumentar la cooperación en la lucha contra el terrorismo". Lo hizo con un telegrama de condolencia a Rais por el atentado contra el santuario chiíta en el que perdieron la vida 15 personas y 27 resultaron heridas.
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