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Edoardo Giribaldi - Ciudad del Vaticano

Un nuevo atentado terrorista sacude a Irán. El miércoles, tres hombres armados atacaron el mausoleo de Shah Cheragh en Shiraz, situado en el sur de Irán, matando a trece personas e hiriendo al menos a cuarenta. "El ataque no pasará desapercibido", dijo el ministro de Asuntos Exteriores, Hossein Amirabdollahian.

La reconstrucción

El mausoleo es un importante lugar de culto chiíta y, según el responsable de seguridad, asuntos políticos y sociales de la gobernación de Fars, Ismail Mohebipour, el fuego se abrió mientras los fieles estaban rezando. El mismo Mohebipour refiere que la situación ya está controlada y que dos de los tres presuntos autores del tiroteo han sido detenidos. Posteriormente, el Isis reivindicó la autoría del atentado, difundiendo la noticia a través de Telegram.

Las manifestaciones

La redada se produjo en un día marcado por los enfrentamientos y las tensiones en todo el país. Varios manifestantes salieron a la calle en más de 25 ciudades iraníes para recordar a la joven Mahsa Amini, la mujer de 22 años detenida por no llevar el velo islámico correctamente, cuarenta días después de su asesinato. El número no es casual y representa la fecha en la que tradicionalmente se visita la tumba del difunto.

La represión

Las manifestaciones fueron parcialmente reprimidas por las autoridades locales. En Sagez, provincia del Kurdistán, las fuerzas de seguridad abrieron fuego, utilizaron gases lacrimógenos y bloquearon el acceso a Internet por lo que se describió como "razones de seguridad".

La respuesta de los médicos

Debido a la represión de las manifestaciones, el subdirector del consejo médico iraní, Mohammad Razi, dimitió, mientras que el médico forense Mehran Fereidouni fue detenido, acusado de refutar el informe oficial sobre la muerte de Amini, que negaba atribuir la muerte a la paliza que le propinaron las fuerzas de seguridad.