Ჹí: Guterres pide tropas internacionales para hacer frente a la inseguridad
Tiziana Campisi - Ciudad del Vaticano
La solicitud de Antonio Guterres se produce después de que el gobierno haitiano pidiera ayuda para garantizar la seguridad en el país. Haití es la nación más pobre de América y se enfrenta a una grave crisis política y económica, el sistema sanitario es deficiente y el orden público está colapsado. El Secretario General de la ONU presentó, ayer, una carta al Consejo de Seguridad proponiendo la activación inmediata de una fuerza de acción rápida.
Las bandas y los manifestantes paralizan el país y hay que apoyar a la policía nacional. Para Guterres, el envío de tropas internacionales eliminaría la amenaza que suponen las bandas armadas y proporcionaría protección inmediata a las infraestructuras y servicios públicos en crisis, además de garantizar la libre distribución de agua, combustible, alimentos y suministros médicos desde los principales puertos y aeropuertos hasta las comunidades y centros sanitarios. El Secretario General de la ONU también se mostró muy preocupado por la situación en Haití, donde las condiciones humanitarias, ya de por sí nefastas, corren el riesgo de verse agravadas por una epidemia de cólera. Se ha informado de la muerte de varias personas y hay más de 150 casos sospechosos.
Posible ayuda de la ONU
La carta de Guterres sugiere que la fuerza de acción rápida se elimine gradualmente en cuanto la policía haitiana recupere el control de la infraestructura, y señala dos opciones: que los Estados miembros establezcan un grupo de trabajo policial internacional para ayudar y asesorar a los agentes locales, o que se cree una fuerza especial para ayudar a combatir las bandas.
El llamamiento del gobierno haitiano al "despliegue inmediato de una fuerza armada especializada, en cantidad suficiente", para detener las "acciones criminales" de las bandas armadas, reza un documento publicado el viernes, se produce casi un mes después de que una de las bandas más poderosas rodeara una importante terminal de combustible en Puerto Príncipe, impidiendo la distribución de unos 10 millones de galones de gasóleo y gasolina y más de 800.000 galones de parafina allí almacenados.
En las últimas semanas, decenas de miles de manifestantes también han bloqueado las carreteras de la capital y de otras grandes ciudades, impidiendo el flujo de tráfico, incluidos los camiones de agua y las ambulancias, para protestar contra la subida de los precios de la gasolina, el gasóleo y la parafina. Las gasolineras y las escuelas están cerradas, mientras que los bancos y las tiendas de comestibles tienen un horario restringido.
La advertencia de Unicef
La semana pasada, Unicef dio la voz de alarma por más de un millón de niños para los que se temen enfermedades mortales y desnutrición, y advirtió que tres cuartas partes de los principales hospitales no pueden prestar servicios críticos debido a la crisis del combustible, la inseguridad y los saqueos.
La semana pasada, entrevistada por VaticanNews, Mariavittoria Rava, presidenta de la Fundación Francesca Rava NPH Italia Onlus, que trabaja en Haití desde hace unos 20 años, dijo que el país está siendo testigo del fracaso de todos los objetivos de la Agenda 2030 de la ONU, subrayando que los niños y las nuevas generaciones están sufriendo los mecanismos distorsionados de la gestión política y también la falta de atención de la comunidad internacional, y que poco y nada ha cambiado desde el terremoto de 2010, a pesar de la ayuda internacional prometida. Muchos fondos nunca han llegado y la inestabilidad política no ha permitido que la ayuda recibida se aproveche, explicó el presidente de la organización sin ánimo de lucro, señalando también que la violencia va en aumento y que también es cada vez más difícil para las organizaciones humanitarias trabajar.
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