ҽ

Campo de desplazados en Hargeisa, Somalilandia (septiembre de 2021). (AFP or licensors) Campo de desplazados en Hargeisa, Somalilandia (septiembre de 2021). (AFP or licensors)

La sequía en Somalia ha desplazado a un millón de personas

Este país del Cuerno de África lleva varios años sufriendo los efectos del calentamiento global. Desde enero de 2021, un millón de personas se han visto obligadas a huir de sus tierras, según Naciones Unidas. El administrador apostólico de Mogadiscio, Mons. Giorgio Bertin, analiza esta dramática situación.

Olivier Bonnel – Ciudad del Vaticano

Las cifras son implacables y dan cuenta de una situación inédita desde hace 40 años en este país del Cuerno de África: desde el comienzo del año, 755.000 personas han abandonado sus tierras debido a la sequía extrema. Según las cifras del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), el número de desplazados internos ha alcanzado el millón de personas desde enero de 2021. Esta cifra es “un hito que debería servir de llamada de atención sobre la situación en Somalia", explicó el director local del Consejo Noruego para los Refugiados, Mohamed Abdi.

A principios de junio, el presidente somalí Hassan Sheikh Mohamoud hizo un llamamiento a la diáspora somalí y a la comunidad internacional para que acudieran en ayuda de su país, donde la hambruna amenaza a la mitad de sus 7 millones de habitantes. “Vemos cómo cada vez más familias se ven obligadas a abandonarlo todo porque, literalmente, no queda agua ni comida en sus pueblos; es urgente aumentar la financiación de la ayuda antes de que sea demasiado tarde”, dijo Mohamed Abdi.

La Iglesia movilizada

Administrador apostólico de Mogadiscio desde 2001, Monseñor Giorgio Bertin es el testigo de esta catástrofe humanitaria. “La situación en el país es evidentemente dramática”, confía a Radio Vaticana. La semana pasada, Monseñor Bertin, acompañado del delegado apostólico para Somalia, Monseñor Antoine Camilleri, se reunió con el responsable de la ayuda humanitaria de emergencia del gobierno somalí. “Él nos describió una situación difícil, en particular en el sudeste, el centro y una parte del noreste de Somalilandia”, cuenta Monseñor Bertin. El prelado italiano recordó que, en estas regiones más afectadas, las poblaciones más vulnerables son los seminómadas, que viven de la agricultura y de sus rebaños. “Si no llueve, son los primeros afectados”.

Los desplazados se acumulan en las afueras de las principales ciudades del país. La Iglesia lleva varios años actuando a través de la Cáritas local, que trabaja sobre el terreno con organizaciones somalíes. Este trabajo es a veces difícil en zonas poco accesibles por motivos de seguridad. En los próximos días debería lanzarse un llamamiento internacional de solidaridad con Somalia, dice el obispo Bertin, con la ayuda de Caritas Internationalis.

A las Naciones Unidas les preocupa que la situación en Somalia no cuente con fondos suficientes desde hace varios años. "Aunque nosotros y nuestros socios humanitarios estamos haciendo lo que podemos para responder a la situación, nuestros recursos simplemente no son suficientes", dijo la representante del ACNUR en Somalia, Magatte Guisse.

Para escuchar la entrevista en francés, hacer clic aquí.

Gracias por haber leído este artículo. Si desea mantenerse actualizado, suscríbase al boletín pulsando aquí

12 agosto 2022, 11:47