Domingo del Mar: salvar los mares para salvar vidas
Benedetta Capelli y Adriana Masotti - Pope
El segundo domingo de julio se celebra el Domingo del Mar, una jornada internacional de oración por los marinos, los pescadores y sus familias, y por quienes les ofrecen apoyo, como los capellanes y voluntarios de Stella Maris, la obra con la que la Iglesia asiste espiritualmente y está cerca de los trabajadores, de los que generalmente se acuerda poco.
El Papa Francisco lo hace en sus palabras tras el rezo del Ángelus. Afirma:
Salvar los mares y océanos para salvarnos a nosotros mismos
La salud del mar está estrechamente ligada a la de los animales que lo habitan y a la de todos los que también comemos pescado. Una convicción que siempre ha animado a Rosalba Giugni, buceadora, que ha hecho del agua de mar su hábitat por excelencia. Tal y como cuenta a Pope, no giró la cabeza hacia otro lado cuando se dio cuenta de la contaminación del mar, de la presencia de plásticos peligrosos para los peces y, en definitiva, para nosotros mismos.
Rosalba empezó a trabajar para limpiar las playas de botellas abandonadas, a organizar equipos para llevar a cabo operaciones de limpieza con ella. Nació una ONG, que adoptó el nombre de Marevivo, con la que se llevaron a cabo iniciativas de sensibilización, de educación en el respeto al mar y de contactos con las instituciones, hasta la propuesta de leyes, algunas de las cuales han entrado en el ordenamiento jurídico italiano. En la entrevista, Rosalba Giugni habla de su amor por el mar y su compromiso que continúa:
Rosalba Giugni, ¿cuál es el estado actual de salud del mar, en este caso del Mediterráneo?
Gracias por haber leído este artículo. Si desea mantenerse actualizado, suscríbase al boletín pulsando aquí