Abolición de la pena de muerte en África Central
Gabriella Ceraso – Pope
Un camino lento e inexorable que conquista cada vez a más Estados. La noticia de la decisión del Parlamento centroafricano fue acogida con satisfacción por Amnesty International.
Así comentó Riccardo Noury, portavoz de Amnesty International Italia, la noticia que rápidamente dio la vuelta al mundo. La Asamblea Nacional de la República Centroafricana – según lo anunció su presidente – ha votado por aclamación la ley de abolición de la pena de muerte que ahora está a la espera de ser promulgada por el jefe del Estado, Faustin Archange Touadéra.
Un nuevo éxito en una tendencia creciente en los últimos años en el continente, tras el Chad en el 2020 y Sierra Leona en el 2021. La última ejecución capital en la República Centroafricana se remonta a 1981.
"Si tuviéramos que describir la pena de muerte en un mapa – explica Noury – seguiría siendo un punto oscuro en Asia, Oriente Medio y Estados Unidos, como en Bielorrusia y otros lugares, pero incluso según los datos de 2021 de Amnesty, no podemos negar los avances realizados hasta ahora, especialmente en África.
Hoy, África Central ha cerrado el debate de la manera más hermosa, pero recordemos que en Ghana se está discutiendo, en Zambia se espera un proyecto de ley abolicionista. En resumen, en 144 Estados del mundo ya no existe la pena de muerte, y este año la cifra aumentará. Dos tercios de la comunidad internacional han decidido que la pena de muerte debe ir al sótano de la historia".
"La pena de muerte es inadmisible porque ataca la inviolabilidad y la dignidad de la persona", escribió el Papa en el 2018, corrigiendo el texto del Catecismo de la Iglesia Católica sobre la pena capital y reafirmando el compromiso de la propia Iglesia con su abolición. Según Nour:
Guerra, derechos y violencia: aún queda mucho camino por recorrer
"Estamos muy satisfechos, pero somos conscientes de que será necesario sensibilizar a la población", declaró a la AFP Bruno Gbiegba, abogado y coordinador de la campaña por la abolición de la pena de muerte en la República Centroafricana, donde los temores más fuertes están hoy, lamentablemente, vinculados a la violencia en un Estado de derecho casi inexistente y un territorio disputado y dividido por numerosos grupos armados.
El 30 de marzo – según informa AFP – la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, denunció "graves violaciones de los derechos humanos" en la República Centroafricana, entre ellas "asesinatos y violencia sexual" contra la población civil, cometidos por grupos rebeldes, pero también por las fuerzas armadas del régimen y sus aliados rusos.
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