“Simplemente José”, una novela sobre el padre adoptivo de Jesús
VATICAN NEWS
“El rostro humano de José, un santo con el que podemos identificarnos y que nos puede inspirar”: el Hermano Darlei Zanon, SSP, nos lo hace conocer en su libro “Simplemente José”, en el que podremos descubrir a un José “que se divierte de niño, se enamora de adolescente, se preocupa y se emociona de adulto...”.
El libro sobre la vida del padre adoptivo de Jesús está escrito en forma de novela. Editado por San Pablo, en original portugués, desde este mes de marzo está disponible en las librerías también en su versión española. A su autor, que busca transmitir la belleza de las relaciones afectivas de José con María y con su familia le preguntamos: ¿Qué veremos de “nuevo” en san José al leer su novela?
R.- Mi intención principal al escribir esta novela fue mostrar el rostro humano de José, cercano a cada uno de nosotros, a cada padre de familia, a cada marido, a cada hijo... Un santo con el que podemos identificarnos y que nos puede inspirar. Un José que se divierte de niño, se enamora de adolescente, se preocupa y se emociona de adulto... Un José que se alegra y sufre. Quien siente miedo, pero confía. Quien no entiende, pero escucha y obedece. Un José humilde y sencillo, a la vez que profundo, valiente, atento a los signos divinos y humanos. Un José que ama y porque ama alimenta relaciones profundas: con los abuelos, los padres, los hermanos, los amigos, con María y Jesús, con Dios. Quizás este sea el centro de toda la narración: las diferentes formas de amar de José, su entrega total a las relaciones.
Como novela, traté de construir una narrativa muy ligera y dinámica, con una trama atractiva. La particularidad de este libro es que está narrado en primera persona. José rompe el silencio y nos invita a acompañarlo en este viaje de descubrimiento. Él abre su corazón y describe cada una de sus experiencias, lo que vio y sintió en cada momento de su vida. El lector es invitado a vivir cada uno de estos momentos desde la perspectiva de José, quien se convierte en protagonista. Creo que es para el lector un hermoso camino de descubrimiento, de inmersión en el tiempo y el espacio de José, con toda la poesía de una vida marcada por el Misterio. Una propuesta para emocionarse, reír y llorar, cuestionar y acompañar a nuestro protagonista en cada viaje, cada experiencia, cada inquietud que marcó su historia: una historia caracterizada por la escucha, la entrega, pero, sobre todo, por el amor. Al mismo tiempo, en cada capítulo traté de desarrollar algún elemento de espiritualidad y teología, como el valor de la oración y la fe, la centralidad de la familia y de la Escritura, la importancia de la acogida y la comunión, el significado de la revelación, de la encarnación del Verbo, de la salvación, etc. Una lectura que espero provoque y sorprenda a cada lector por sus muchos detalles, descripciones, diálogos y personajes paralelos.
¿Cuánto habrá influido el padre putativo de Jesús en su formación?
R.- Mucho. Ciertamente Jesús creció como cualquier otro niño de su tiempo, aprendiendo a partir del ejemplo de sus padres, imitando a su padre y a su madre. Fue el testimonio de vida de José, es decir, su amor a la familia, su fe, su respeto por la tradición, su entrega al trabajo, su coherencia de vida, su forma de ser justo lo que educó e hizo crecer a Jesús. El niño aprendió viendo, acompañando a su padre terrenal en la vida cotidiana. La imagen del “padre en la sombra” que el Papa Francisco destaca en la muestra que José no fue el padre biológico o genético de Jesús, sino que fue un padre en el sentido pleno según la tradición y la cultura judía y humana. Ser padre es una elección, un camino de cuidado, protección, educación, entrega. Y José cumplió plenamente esta misión de padre, aceptando su vocación de ser padre adoptivo de Jesús, dándole un nombre, acompañándolo a lo largo de su vida, especialmente en los momentos de dificultad y persecución. Esta donación total de José marcó ciertamente la vida de Jesús, fue su escuela. Todas las características de José que el Papa destaca en Patris corde (padre amado, tierno, obediente, acogedor, valiente, creativo, trabajador…) ayudaron ciertamente a educar y formar al niño Jesús.
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