Guinea Bissau: dudas sobre el intento de golpe de Estado
Francesca Sabatinelli – Ciudad del Vaticano
Sigue sin estar claro lo que ocurrió en Guinea Bissau: el intento de golpe de Estado dejó seis muertos, entre ellos aparentemente cuatro asaltantes y dos miembros de la guardia presidencial, que murieron en el asalto a un edificio gubernamental mientras se celebraba un consejo de ministros con el jefe de Estado, Umaro Sissoco Embalò, presidente desde 2019, y el primer ministro, Nuno Gomes Nabiam. De momento, se han realizado varias detenciones y la situación parece estar controlada, mientras los ciudadanos de Bissau vuelven a la normalidad. Sin embargo, aún se desconocen la dinámica y las posibles razones de lo ocurrido en la antigua colonia portuguesa, un país inestable desde hace décadas, con una sucesión de intentos de golpe de Estado desde la independencia de 1974, siempre llevados a cabo por partes del ejército.
Según el presidente Embaló, la lucha del gobierno contra el narcotráfico puede haber estado detrás de la violencia de anteanoche, y no tanto un plan del ejército para tomar el poder. Sin embargo, el aspecto político no es ciertamente secundario, teniendo en cuenta las muy tensas relaciones entre el presidente y el primer ministro. Los observadores se preguntan quién, a nivel político, podría beneficiarse de esta situación, cuestión que también plantea Luca Bussotti, experto en África Occidental y profesor de Estudios Africanos en la Universidad Federal de Pernambuco, en Brasil.
El camino político
El experto en África Occidental y profesor de Estudios Africanos en la Universidad Federal de Pernambuco, en Brasil, dice a Pope:
“Los demás partidos, grandes y pequeños, añade el experto, han formado un gobierno en el que participan el primer ministro Nabiam y el presidente Embalò, entre los que, sin embargo, hay una guerra desde el inicio del mandato del presidente y que, a su vez, se está debilitando cada vez más”.
Posible interpretación de los hechos
“La posible interpretación, continúa Bussotti, hay que buscarla en dos ámbitos que a veces se solapan: el político, con el conflicto, por ejemplo, entre el Primer Ministro y el Presidente, con los problemas de la mayoría y demás; y luego el del narcotráfico".
El catedrático señala asimismo que en los últimos dos o tres años se ha avanzado, sin duda, en la lucha contra el narcotráfico, con una serie de detenciones tanto a finales del 2021 como en enero de este año, "por lo que también podría ser una posible pista".
Los retos de los próximos dos años
Luego está la gran inestabilidad política de un país con grandes y graves problemas sociales, que tiene a las puertas, el año que viene, en el 2023, las elecciones parlamentarias que, con toda probabilidad, ganará el Paigc con mayoría absoluta, "y es ahí, agrega el académico, donde empezará un enfrentamiento aún más duro".
El presidente ya ha declarado que nunca nombrará "primer ministro" a Domingos Pereira, líder del Paigc, su oponente en las elecciones presidenciales, que jamás ha reconocido su victoria, con lo que se producirá un gravísimo choque institucional que probablemente acabará en el 2024, cuando Pereira desafíe a Embalò en las elecciones presidenciales. Así pues, concluye Bussotti:
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