Filipinas ratifica la ley contra el matrimonio infantil
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Filipinas ha impuesto la prohibición de los matrimonios a los menores de 18 años. Se trata de un logro histórico en un país donde, según las estimaciones, una de cada seis niñas se casaba antes de la mayoría de edad. El jueves 6 de enero el matrimonio precoz pasó a ser ilegal y los infractores corren el riesgo de recibir hasta 12 años de prisión. Esto representa un paso adelante para el país, que ha concedido un año para la adaptación cultural.
Plan International, un grupo británico de derechos humanos, declaró que Filipinas ocupa el 12º lugar en el mundo por el mayor número de matrimonios precoces. La situación en el país también se ve lastrada por la desigualdad de género y una cultura que desde hace tiempo acepta el matrimonio precoz como práctica habitual.
Sin embargo, ayer fue el presidente Rodrigo Duterte quien cambió todo eso. Por primera vez en la historia política del país, el mandatario promulgó la nueva prohibición del matrimonio precoz, con duras consecuencias para los infractores. No sólo quienes se casen o convivan con un menor de 18 años se enfrentan a una pena de hasta 12 años de prisión, sino también quienes asistan, presencien, organicen u oficien una boda con estas características.
De la tradición cultural al delito de maltrato infantil
Con la nueva ley, que entró en vigor el 6 de enero, Filipinas reformula el matrimonio precoz no como una tradición cultural, sino como una forma de abuso infantil. La ley, de hecho, afirma que "degrada, rebaja y mortifica el valor y la dignidad inherentes a los niños". El gobierno filipino afirma que esta nueva ley la pone en consonancia con las normas internacionales sobre los derechos de las mujeres y los niños.
Será necesario un cambio cultural gradual
El año pasado, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia publicó un informe en el que se afirmaba que más de 500 millones de niñas están involucradas en matrimonios precoces en todo el mundo. Aunque la incidencia de la tradición del matrimonio precoz está disminuyendo en la mayor parte del mundo, sigue siendo un problema importante en el sur de Asia y el África subsahariana. Por tanto, más allá de la propia ley, será necesario un cambio cultural gradual. No todas las partes de la ley aprobada por Filipinas entrarán en vigor el 6 de enero. Algunas partes tendrán un efecto retardado para permitir un período de transición de un año.
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