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Andrea De Angelis – Ciudad del Vaticano

En Gaza hay 134 católicos, de un total de unos mil cristianos. También ellos han vivido su segunda Navidad en tiempos de pandemia, con una mezcla de miedo y esperanza como en todos los rincones del planeta. La parroquia de Gaza está dedicada a la Sagrada Familia, que la Iglesia celebró ayer. Esta fiesta Familia cae cada año en el primer domingo después de Navidad, por lo que este año se ha festejado en día de San Esteban. Las familias de Gaza vivieron la Navidad sobre todo en sus casas, ya que a pocas personas se les permitió viajar a Belén.

La ciudad de Gaza

Gaza es la principal ciudad de la llamada Franja de Gaza, y con sus 600.000 habitantes alberga a casi la mitad del total de los residentes, la mayoría de los cuales son refugiados palestinos. El padre Gabriel Romanelli, párroco de la Sagrada Familia, describe Gaza como "una especie de prisión", tras haber señalado en varias ocasiones que la situación humanitaria es trágica desde hace tiempo. La población es muy joven, con casi tres cuartas partes de los habitantes menores de 30 años.

No dejamos solas a las familias

La Navidad "celebrada en dos momentos", las numerosas iniciativas "con gran atención a los niños y a los ancianos", la pandemia del Covid-19 "que nos llama a no dejar nunca solas a las personas". El párroco de Gaza nos cuenta con emoción la gran labor que realiza la Iglesia en este territorio, una misión que pretende ser, sobre todo, de testimonio y proximidad.

Padre Gabriel, comencemos hablando precisamente de los niños. ¿Cómo están viviendo estos días festivos?

“Este año, como solemos hacer en la parroquia con los grupos del oratorio, hemos llevado a cabo varias iniciativas. En primer lugar, la oración, con las meditaciones del Santo Rosario y con representaciones artísticas que implican a los más pequeños, hasta el belén viviente. Así celebramos la Navidad, incluso en los días previos al 25 de diciembre. Además, repartimos varios regalos a los hogares, con un joven vestido de Papá Noel que llegó a las casas con los regalos y chocolate como sorpresa. Celebramos la Navidad en dos etapas: con el patriarca, que afortunadamente pudo venir a visitar a muchas familias este año, y luego en la noche del 24, con la Santa Misa, a la que siguió un momento de convivencia, brindis y también juegos tradicionales como el bingo”.

¿Cómo viven las familias cristianas su vida cotidiana en Gaza?

“En esto la Iglesia, mi parroquia, tiene un papel muy importante. La comunidad cristiana está formada por mil personas, hay 134 católicos, trabajamos con todos, incluso con los fieles de otras religiones y, para la liturgia, con otros cristianos. Por las tardes las familias viven mucho en la parroquia, cada día tenemos diferentes actividades de formación con clases de apoyo, cantos, liturgia e incluso juegos”.

También para ustedes se ha tragado de la segunda Navidad en tiempos de pandemia. ¿Cómo están, como Iglesia, junto a las personas y a sus?

“Esta es una zona de crisis, no hemos podido movernos libremente durante años. Esperamos que no haya un aumento de los contagios, pero intentamos, como parroquia, que la vida de la gente sea lo más normal posible. Incluso en los días más difíciles, hemos llevado los sacramentos a los hogares de las personas, y cada día hemos continuado con nuestra formación, entretenimiento y actividades a través de las conexiones de internet. Hemos hecho todo lo posible, y seguiremos haciéndolo, para que nadie se sienta ni esté solo”.