Tunaants, en la selva peruana, un espacio para la fe y el diálogo entre culturas
Manuel Cubías - Ciudad del Vaticano
Quizá al escuchar la palabra Tunaants ella nos diga poco. En realidad, habla de un lugar, de un jardín botánico, del encuentro con más de veinte especies animales, de una pequeña cascada y de un espacio de encuentro entre la fe y cultura Awajún y el cristianismo; entre los seres humanos y la casa común.
Espacios de escucha, encuentro y diálogo
Tunaants es una casa de espiritualidad, impulsada por misioneros de la Compañía de Jesús en el corazón de la selva amazónica peruana, abierta a personas e instituciones interesadas en cuidar la casa de todos, nuestro planeta. Sobre todo, es un espacio para encontrarse con el Padre de todos.
Samaniego explica que esto es posible a través de retiros, jornadas, talleres de formación bíblica y espiritual, pero especialmente a través del bosque, el jardín botánico y la cascada. Este hábitat permite a las personas adentrarse en la selva y gustar la biodiversidad de plantas y animales.
Para llegar a ella es necesario viajar hasta Santa María de Nieva, capital de la provincia de Condorcanqui, en la región Amazonas, jurisdicción del Vicariato Apostólico ‘San Francisco Javier’ de Jaén y desde allí, navegar por el río Nieva hasta llegar a este destino.
Anuncio de Jesús, escucha de la cosmovisión Awajún-Wampís
El padre Samaniego plantea que la “la propuesta de Jesús a la humanidad es la propuesta de la humanización, del acercamiento de los seres humanos al Padre. “La propuesta de Jesús es humanizar a los seres humanos haciéndonos entender la figura del Padre a la manera de Jesús: un padre amoroso, siempre misericordioso, cuya preferencia son los débiles, los humildes, los menos favorecidos”.
La fe y la justicia, indica el jesuita, son dos elementos centrales de la propuesta de Jesús: “la justicia que nos presenta a un padre que nos ama, que nos quiere felices, que nos quiere amándonos, un padre que quiere el bien común”.
Por eso, Samaniego insiste en la importancia del anuncio del Evangelio a estos pueblos, porque el mensaje de Jesús nos invita a la fe, la justicia y a “mirar lo histórico desde una puerta grande que es la esperanza”.
Tunaants y la propuesta del Papa Francisco
Esta iniciativa no está separada de los planteamientos del Papa Francisco plasmados en la encíclica Laudato si’, al contrario, indica Samaniego:
La propuesta del Papa Francisco a cuidar la casa común, la Amazonía va de la mano con muchos mitos del pueblo Awajún-Wampis.... que nos invitan a hacernos conscientes de que este mundo nos ha sido dado, que este mundo es un regalo, que nos precede y por lo tanto, hay que cuidarlo.
El sacerdote subraya otro elemento que pone esta iniciativa en sintonía con las enseñanzas de Francisco y es la idea de armonía y señala tres preocupaciones de estos pueblos que la ponen en riesgo:
Los pueblos originarios están preocupados por el cambio climático, por el aumento de la migración entre su gente y la presencia cada vez mayor del dinero y el dilema de cómo responder y satisfacer las necesidades básicas sin agredir la casa común, sin deforestar, sin depredar.
Para responder a estos desafíos, Samaniego recuerda el relato bíblico de la creación y los relatos Awajún. “Ambas visiones nos invitan a reflexionar y así poder responder a los problemas actuales”.
Los sueños del Papa Francisco para la Amazonía
Sueño con una Amazonia que luche por los derechos de los más pobres, de los pueblos originarios, de los últimos, donde su voz sea escuchada y su dignidad sea promovida.
Sueño con una Amazonia que preserve esa riqueza cultural que la destaca, donde brilla de modos tan diversos la belleza humana.
Sueño con una Amazonia que custodie celosamente la abrumadora hermosura natural que la engalana, la vida desbordante que llena sus ríos y sus selvas.
Sueño con comunidades cristianas capaces de entregarse y de encarnarse en la Amazonia, hasta el punto de regalar a la Iglesia nuevos rostros con rasgos amazónicos. ()
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