´¡´Ú²µ²¹²Ô¾±²õ³Ù¨¢²Ô, masacre del Isis en una mezquita chi¨ªta en Kunduz
Alessandro Di Bussolo - Ciudad del Vaticano
El terror ha vuelto a Afganistán con el ataque más sangriento desde que las fuerzas de Estados Unidos y la OTAN abandonaron el país a finales de agosto y los talibanes tomaron el control. Según la policía, un terrorista cargado de explosivos y perteneciente al Isis de Jorasán, que reivindicó la acción en Telegram, entró en una mezquita chiíta de Kunduz, en el norte del país, la mezquita de Gozar-e-Sayed Abad, y se inmoló entre los fieles reunidos para la oración del mediodía del viernes, la más concurrida de la semana. Al parecer, la mayoría de los presentes han muerto o están gravemente heridos. El último balance es de al menos 60 muertos y 107 heridos.
La tragedia de las familias
Cientos de personas se reunieron frente a los hospitales, pidiendo noticias de sus familiares. En el centro de traumatología gestionado por Médicos Sin Fronteras, los equipos "trabajan sin descanso en la sala de urgencias y en los quirófanos", al igual que en el cercano hospital regional. El subjefe de la policía de la provincia declaró: "Aseguro a nuestros hermanos chiíes que los talibanes están dispuestos a garantizar su seguridad". Mientras tanto, se ha abierto una investigación.
Un testigo: "La mezquita estaba llena"
Un testigo dijo que estaba rezando en el momento de la explosión y dijo haber visto muchas víctimas. Las fotos y el vídeo de la escena muestran a los socorristas llevando un cuerpo envuelto en una manta desde la mezquita hasta una ambulancia. Las escaleras de la entrada de la mezquita están cubiertas de sangre. Los escombros de la explosión cubren el suelo y el alto techo de la mezquita está carbonizado. Un residente local dijo que corrió a la mezquita tan pronto como escuchó la explosión. "Vine a buscar a mis familiares, la mezquita estaba llena", explicó.
Investigaciones en curso
El portavoz talibán Zabihullah Mujahid anunció que las fuerzas especiales talibanes habían analizado el lugar de la masacre y estaban investigando los hechos. El gobierno talibán se enfrenta a la creciente amenaza de la filial local del autoproclamado Estado Islámico, conocida como Estado Islámico en Jorasán. Los militantes del Isis, que han declarado la guerra a la minoría chiíta de Afganistán, han intensificado los ataques para atacar a sus rivales, y ya se han producido dos atentados en Kabul recientemente.
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