Los nuevos cursos para animadores de Laudato si' comienzan en todo el mundo
Giada Aquilino - Ciudad del Vaticano
"Ve y repara nuestra casa". Siguiendo las huellas de San Francisco de Asís, el próximo martes 13 de abril comienza el nuevo curso de Animadores Laudato si'. Formados por el Movimiento Católico Mundial por el Clima (MCC), hay unos 17.000 en todo el mundo: lo que tienen en común es que han hecho suya la encíclica del Papa Francisco de 2015, sintiendo "fuerte en su interior el grito de los pobres y de la tierra", explica a Pope Cecilia Dall'Oglio, directora asociada de los programas europeos del Movimiento Católico Mundial por el Clima. Se trata de personas implicadas en su mayoría en actividades parroquiales, asociativas y religiosas, pero también de quienes sienten la llamada a la ecología integral de forma particular, poniéndose al servicio de sus propias comunidades: "el reto -dice- está en los territorios, con muchos de los Animadores que dan vida a los Círculos Laudato si', pequeñas comunidades que se reúnen para vivir en oración, enraizadas en la fe con sus
Cuatro sesiones en línea
"El número de animadores en el mundo ha crecido de año en año: el programa de formación que se pone en marcha estos días", explica el representante del GCCM, "se organiza en inglés, español, portugués, polaco, italiano y también estamos experimentando con el francés". En Italia el programa se puso en marcha en 2019 y hasta la fecha hay 1.800 animadores. El curso de esta primavera, en línea debido a las restricciones causadas por la pandemia, se lanza simbólicamente desde Asís: consta de 4 sesiones de una hora hasta el 4 de mayo, con un cuestionario de evaluación al final de cada encuentro virtual. También está prevista una actividad con motivo de la clausura del Año Especial del Aniversario de la encíclica del Pontífice, que finalizará el 24 de mayo, y del Tiempo de la Creación 2021 (del 1 de septiembre al 4 de octubre), cuyo tema será "¿Un hogar para todos? Renovar el oikos de Dios".
Contribuciones
El curso prevé un estudio en profundidad de Laudato si' a través de la contribución de varios ponentes, entre ellos monseñor Domenico Sorrentino, obispo de Asís-Nocera Umbra-Gualdo Tadino, monseñor Corrado Lorefice, arzobispo de Palermo, Monseñor Vincenzo Carmine Orofino, obispo de Tursi-Lagonegro, Marika Arcopinto del Proyecto Policoro de la Diócesis de Acerra, el explorador Alex Bellini, el corresponsal de Avvenire Nello Scavo, la profesora Stefania Papa de la Universidad Vanvitelli.
El sentido de la participación
La característica de este nombramiento, cuyas inscripciones expiran el 9 de abril, es la realización "en fuerte asociación", explica Cecilia Dall'Oglio. "El curso está promovido por el Movimiento Católico Mundial por el Clima que, de hecho, ya es una alianza de organizaciones católicas, pero lo llevamos a cabo con realidades particulares. Me gustaría poner el ejemplo de la Asociación Papa Juan XXIII: uno de los responsables, Edoardo Barbarossa, durante la última reunión con los socios subrayó el valor fundamental que supuso para su realidad la participación en el curso Animadores Laudato si' del año pasado, destacando cómo la conversión ecológica está renovando su vocación y señalando que ya han participado 100 miembros de la comunidad. Todos ellos subrayaron la importancia de cruzar historias con otras personas con las que, de otro modo, nunca se habrían encontrado. Por ello, otra característica de nuestro curso de italiano es la procedencia de los participantes -y de los futuros animadores- que provienen de tantas realidades y representan tantos carismas presentes en la Iglesia".
Una obra de conexión
Cecilia Dall'Oglio menciona a continuación la "hermosa" experiencia de Rossella, que participó el año pasado en el curso de Animadores Laudato si' en Reggio Calabria y ha implicado a toda la Asociación de Familias Italianas, más de 17.000 familias asociadas, que este año son socias del nuevo curso, así como a la Asociación de Familias Numerosas. Sor María Lucía, de las Hijas de María Auxiliadora de Sicilia, recordó también que al final del curso, en 2020, dio vida con sus hermanas y la ejecutiva regional a un Año dedicado a la encíclica en toda Sicilia. "El hecho de promover el curso junto con otras asociaciones, Acción Católica, Fuci, Agesci, permite todo el trabajo que viene después, lo pone en marcha: intentamos conectar a todos estos animadores en Italia y en el mundo". Precisamente la pandemia que estamos viviendo está pasando de ser una emergencia a una oportunidad, añade el director asociado de los programas europeos del Movimiento. "Hemos querido poner en el subtítulo de nuestro curso las palabras pronunciadas por el Papa en la misa de Pentecostés de 2020: 'peor que esta crisis, sólo existe el drama de desperdiciarla'. El compromiso es precisamente el de responder con responsabilidad y no desaprovechar el drama que estamos viviendo, sino remar al unísono con todos los demás para ayudar de verdad a que este barco dé la vuelta."
Compromiso con los migrantes climáticos
La acción del Movimiento Católico Mundial por el Clima continúa. El 22 de abril es el Día de la Tierra, a finales de mayo celebramos la clausura del año especial de aniversario de Laudato si', luego el Tiempo de la Creación. El GCCM, "gracias al equipo africano, está muy implicado en las campañas contra el expolio de los recursos de los países más pobres y por la corresponsabilidad de toda la familia humana, también con vistas a la cumbre de las Naciones Unidas sobre la biodiversidad y la nueva Cop sobre el clima", informa Cecilia Dall'Oglio. En particular, durante el Tiempo de la Creación, continúa, "estaremos comprometidos en la oración y la acción, en unión con las realidades que se ocupan de los desplazados climáticos, los refugiados y los migrantes aquí en Italia.
Este año, la Red Social Jesuita Italia y los Scalabrinianos también promueven el curso, para estar aún más cerca de quienes en nuestros países llevan el rostro humano de la crisis climática: son los más afectados por los efectos desastrosos del cambio climático, pero también son las poblaciones que menos han contribuido al calentamiento de la tierra, como nos recordó el Papa en el prefacio de las últimas Orientaciones Pastorales para los Desplazados Climáticos. Y este será otro compromiso para nosotros, también a nivel ecuménico: el de promover eventos, pero sobre todo procesos y oraciones para construir la casa de todos".
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