ʱú. Fray Joel Chiquinta: Estamos ante una situación de desastre
Manuel Cubías – Ciudad del Vaticano
Aluviones, inundaciones, el dengue y el Covid-19. “Estamos ante una situación de desastre”, así calificó el religioso fray Joel Alfonso Chiquinta, la realidad en medio de la cual están sumidas las diferentes poblaciones de la provincia de La Convención, especialmente las aledañas a la ciudad de Quillabamba. En esta zona, el lunes pasado, un aluvión dejó al menos dos muertos y ocho desaparecidos. Además, 13 viviendas, 2 instituciones educativas, 2 puentes peatonales, y 300 metros de carretera se vieron afectados, junto una cantidad aún indeterminada de hectáreas de cultivos y el servicio de energía eléctrica, reportó la Agencia Andina.
La novedad: desastres generalizados
Fray Joel Alfonso explica que eventos como los aluviones y huaicos (deslizamientos de tierra que pueden llevar un violento flujo de escombros, rocas y sedimentos) no son raros en esta época del año, la estación lluviosa que va de diciembre a marzo. “La novedad en esta ocasión es que los desastres se han vuelto generalizados. Desde hace dos días las lluvias se han calmado y ahora podemos ver la magnitud de lo ocurrido. Además, han perdido la vida varias personas”.
El fraile dominico señala que la muestra más visible de estos desastres es “la caída de puentes, obstrucción de caminos y carreteras que impiden la comunicación entre comunidades, desaparición de casas y campos de cultivo (chacras), pérdidas de animales de corral que servían para el sustento diario y fuente de la economía básica, bienes materiales y vidas humanas que, a causa de los huaicos, son arrastradas por la corriente de lodo que llevan todo a su paso”.
9 desaparecidos
Elmer Gutiérrez, habitante de la zona perdió a cuatro familiares y varios vecinos, entre ellos su esposa Marina, sus dos hijas, Luz María y Milagros, así como a su papá, Fortunato de 76 años. También fue testigo de cómo el río crecido se llevó a otros vecinos que intentaban ponerse a salvo. “Suplico a ustedes, señores periodistas y autoridades, ayúdennos a buscar a mis familiares, quiero encontrarlos (...) También ayúdennos para rehacer la casa, con alimentos. Hemos quedado sin nada”.
Dengue y Covid-19. “Lloviendo sobre mojado”
Las lluvias son intensas en esta época del año, subraya el sacerdote dominico, sin embargo, en esta ocasión, eventos como el dengue y la pandemia del coronavirus están llevando al límite el sufrimiento de los pobladores. 995 casos de dengue contabilizados hasta el 15 de febrero de este año y más de 2200 casos de contagiados por Covid-19 sólo en lo que va del año, son una muestra de las dimensiones que va adquiriendo la problemática sanitaria y ambiental.
El religioso pone en evidencia que el gobierno declaró a la provincia de La Convención “zona de extremo riesgo de contagio”. Esto implica cuarentena, toque de queda, cierre de negocios, tránsito restringido… que se convierte en un panorama desolador cuando el 70% de la población económicamente activa vive del día a día en el tradicional comercio ambulatorio peruano.
Los cultivos de café, cacao, plátano y otros han sido gravemente dañados por las lluvias y los aluviones, igualmente ha sucedido con animales de crianza como aves de corral. La población, fundamentalmente de origen quechua y de otros pueblos amazónicos ve como ante sus ojos se suman los desastres y sienten la casi imposibilidad de salir de la pobreza.
La labor de la Iglesia y de las comunidades
Fray Joel recuerda cómo en mayo de 2020, lanzaron la campaña “Que no nos falte nadie”, para comprar una planta de oxígeno. En el actual momento de emergencia, este recurso está ayudando a salvar muchas vidas a través del hospital y del Centro Comunitario de Oxígeno.
También indicó que la parroquia acompaña apoyando estructuras sanitarias que atienden a unas 60 comunidades cristianas campesinas dotándolos de medicamentos e insumos necesarios para la protección contra el Covid-19 y que “se hacen difíciles de conseguir para los bolsillos pobres cuando no hay trabajo y el Gobierno central prolonga cada vez las cuarentenas”. El religioso enfatizó que además de insumos sanitarios, también necesitan financiar los desplazamientos del personal de salud, lo cual es muy costoso.
El sacerdote dominico mostró que, si bien responder a la emergencia es importante, igualmente lo es responder al momento posterior, pues “mucha gente ha quedado sin casa, sin familia, sin chacra. Lo han perdido todo”. Entonces, subrayó, que algunas instituciones del Estado han ofrecido su ayuda posterior a la emergencia. Mostró sus esperanzas de que la oferta no se quede en promesa, sino que se convierta en realidad, por el bienestar de las comunidades.
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