±á²¹¾±³Ù¨ª: crisis ±è´Ç±ô¨ª³Ù¾±³¦²¹ en un contexto de miseria
Entrevista de Xavier Sartre - Ciudad del Vaticano
"En Haití no queda nada: no hay suministro de agua potable, las escuelas no funcionan o lo hacen muy mal, los hospitales no tienen equipamiento, la gente está desesperada", afirma Jacques Léon-Emile, presidente de la asociación Memoria y Cultura de Haití, con sede en Francia. Los haitianos carecen de todo y la clase política sigue desgarrada.
¿Inicio de mandato en 2016 o 2017?
En los últimos años, el Presidente Jovenel Moïse ha sido fuertemente criticado por una parte de la población debido a las ya muy difíciles condiciones de vida y a la corrupción endémica en detrimento de los habitantes de la isla. La última crisis se produjo a principios de este mes, cuando el Jefe del Estado anunció que seguiría en el poder un año más, hasta el 7 de febrero de 2022.
Sin embargo, la oposición y gran parte de la población afirman que su mandato finalizó el 7 de febrero de este año, estimando que su periodo de cinco años comenzó en 2016, tras las elecciones presidenciales. Jovenel Moïse, por su parte, considera que su mandato no comenzó hasta el año siguiente, en 2017. Esta diferencia se debe a que la oposición toma como referencia su primera elección en 2016. Posteriormente, las elecciones fueron anuladas por fraude y se celebró una segunda vuelta en 2017, que siguió ganando Jovenel Moïse.
La embajada de Estados Unidos, las Naciones Unidas y toda la comunidad internacional, en oposición a la población y la oposición, apoyaron el análisis del presidente, confirmando su elección de permanecer en el poder un año más. De ahí esta última crisis.
Doble intento de golpe de estado
La situación se complica con un doble golpe, explica Jacques Léon-Emile, que sigue muy de cerca los acontecimientos. El 7 de febrero, el gobierno detuvo a 23 personas, incautó algunas armas y afirmó que el presidente se había librado de un intento de golpe de Estado. Esta versión tiene poca credibilidad a los ojos de muchos haitianos y de la oposición, que en cambio denuncia un intento de reprimirla y silenciarla.
El presidente de la asociación Memoria y Cultura de Haití afirma que se ha producido otro intento. La Constitución establece que, en caso de vacante en el poder, es el Primer Ministro quien se encarga del interinato. En una versión anterior de la ley fundamental, era el presidente del Tribunal de Casación, teóricamente nombrado por la oposición. Sin embargo, la oposición nombró a un miembro de este tribunal como presidente del tribunal de transición, cargo que éste aceptó.
El reinado de las bandas
Además de una situación económica y social desastrosa, una situación política confusa, hay bandas que prosperan en este caos. "Se sospecha que el presidente Moïse está en connivencia con ciertas bandas", explica Jacques Léon-Emile, lo que no hace sino reforzar la hostilidad de la población hacia el jefe del Estado.
Una cosa es cierta, "es que no se ha hecho nada para erradicar las bandas", subraya Jacques Léon-Emile, "y que sobre la cabeza de Jovenel Moïse pende una espada de Damocles: el juicio de Petrocaribe que ha comenzado". El caso surgió a raíz del desvío de ayudas venezolanas al país en beneficio de unas pocas personas, entre ellas las cercanas al presidente, que también se sospecha que se han beneficiado de ellas.
Léon-Emile lamenta que la comunidad internacional no intervenga lo suficiente y se escude en la soberanía de Haití. Una actitud hipócrita en la medida en que, según él, todos los presidentes haitianos reclaman ante todo el apoyo de Estados Unidos. Mientras tanto, el destino del país se encuentra en un punto muerto e incierto.
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