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Alina Tufani - Ciudad del Vaticano

¡Por unas elecciones libres, democráticas y transparentes!  se titula el  publicado en el último número de la revista semanal  “Con los ojos fijos en Él, en la realidad y la fe” editada por la Comisión ecuatoriana Justicia y Paz (CeJyP).  A solo cuatro meses de los elecciones generales que tendrán lugar en febrero de 2021, la Iglesia pide que se garantice el respeto a la voluntad expresada en el voto de los más de 13 millones de ecuatorianos que están convocados a las urnas electorales.

“Demandamos de los partidos, movimientos, candidatos y especialmente de las autoridades electorales, el respeto irrestricto a la Constitución, a la ley, a la democracia y, especialmente, a la ética personal, institucional y política, que garantice la elección de los ciudadanos escogidos por los votantes, respetando fielmente a la voluntad popular expresada en las urnas”, exige la comisión.

Elecciones libres y democráticas

La CeJyP  recuerda que Ecuador es un país democrático, que se gobierna por la voluntad popular expresada  a través de elecciones que de no ser libres, democráticas y transparentes, constituirían la imposición de “un gobierno de facto, ilegitimo e ilegal”.

Tras aclarar que para garantizar la democracia se ha establecido un sistema electoral, un conjunto de leyes, organismos y procedimientos destinados a organizar y controlar las diversas etapas de las elecciones, la comisión pone en tela de juicio las recientes reformas al sistema electoral, que han introducido “novedades” que, sin embargo, no han servido para “aclarar” el panorama electoral.

“Se busca reforzar a los partidos políticos, eliminando la posibilidad de escoger candidatos de diferentes listas y obligando al voto ‘en plancha’ o por lista cerrada.  Pero quedan pendientes, entre otros temas, el financiamiento de la campaña y el del reparto de curules”, objeta la CeJyP.

“Demandamos a la ciudadanía votar con responsabilidad"

El artículo explica que experiencias pasadas y actuales relacionadas con los organismos rectores del sufragio han producido “un sentimiento generalizado de desconfianza ciudadana y de inseguridad” sobre una verdadera garantía de la democracia. Además, considera que el exceso de partidos y movimientos políticos y la proliferación de candidatos no significa una mayor democracia, sino por el contrario, son la demostración de una democracia “endeble y fácilmente vulnerable”.

“Demandamos a la ciudadanía votar con responsabilidad histórica, escogiendo con criterio a los candidatos más capaces y más honestos, en función de país.  Que sea una decisión democrática y positiva, que busque superar la corrupción e impunidad estructural y proyecte un futuro de transparencia, trabajo y dignidad para el pueblo” exhorta la Comisión ecuatoriana de justicia y paz. 

Devolver seguridad al sistema electoral

Por último, advierte que las trampas y “esquinazos” están a la orden del día, por lo que es indispensable devolver seguridad al sistema electoral, que solo se logrará “si se institucionaliza el organismo rector por encima de subjetividades y de mayorías coyunturales para cumplir consignas”.

El 7 de febrero de 2021 los ecuatorianos elegirán al presidente y  vicepresidente de la República para el período 2021-2025. Paralelamente, se realizarán las elecciones legislativas para elegir a los cinco representantes al Parlamento Andino y a los 137 miembros de la Asamblea Nacional. El Consejo Nacional Electoral (CNE) de Ecuador anunció a principios de octubre que en los comicios se cumplirán las medidas de bioseguridad sugeridas por organismos internacionales, así como por el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) nacional, para impedir la propagación de la pandemia de Covid-19 y que la campaña electoral se llevará a cabo entre el 31 de diciembre y el 4 de febrero de 2021.