UNICEF: Impacto en el cuidado de los niños a causa del COVID-19
Barbara Innocenti - Pope
Según publicada hoy por UNICEF, al menos 40 millones de niños en el mundo no han recibido educación preescolar en los años cruciales antes de ir a la escuela, ya que, debido al COVID-19, fueron cerradas las estructuras de asistencia a los niños y este tipo de educación.
Educación: fundamento del desarrollo de los niños
Realizado por el Centro de Investigación Innocenti de UNICEF, el estudio examina el estado de la atención a la infancia y de la educación en la primera infancia a nivel mundial e incluye un análisis del impacto de los cierres generalizados de estos servicios vitales para las familias debido al COVID-19.
"Las interrupciones en la educación causadas por la pandemia de COVID-19 están impidiendo que los niños comiencen del mejor modo su educación", dijo la Directora General del UNICEF, Henrietta Fore. "La asistencia a la infancia y la educación preescolar construyen una base sobre la cual se fundamenta cada aspecto del desarrollo de los niños. La pandemia está poniendo en grave peligro estos cimientos".
Una crisis más profunda
Childcare in a global crisis: The impact of COVID-19 on work and family life (“La asistencia a la infancia en una crisis mundial: El impacto de COVID-19 en el trabajo y la vida familiar") muestra que las medidas de la cuarentena obligatoria han dejado a muchos padres luchando por equilibrar el cuidado de los niños y el trabajo remunerado, con una carga desproporcionada para las mujeres que, en promedio, dedican tres veces más tiempo al cuidado y a las tareas domésticas que los hombres.
Los cierres de las escuelas también pusieron de relieve una crisis más profunda para las familias con hijos pequeños, especialmente en los países de ingresos bajos y medios, muchos de los cuales ya no podían acceder a los servicios de protección social. El cuidado de los niños es esencial para proporcionarles servicios integrados, afecto, protección, estimulación y nutrición y, al mismo tiempo, permitirles desarrollar sus aptitudes sociales, emocionales y cognitivas.
Entornos inseguros
Antes de la pandemia del COVID-19, las instalaciones de asistencia a la infancia y educación preescolar económicamente insostenibles, de mala calidad o inaccesibles obligaban a muchos padres a dejar a sus hijos pequeños en entornos inseguros y poco estimulantes en un momento crítico de su desarrollo, y más de 35 millones de niños menores de cinco años en todo el mundo quedaban a veces sin la supervisión de un adulto.
De 166 países, menos de la mitad ofrecen educación preescolar gratuita durante al menos un año, cifra que se reduce a sólo el 15% en los países de bajos ingresos. Muchos niños pequeños que se quedan en casa no reciben el apoyo lúdico y de aprendizaje temprano que necesitan para un desarrollo saludable. En 54 países de ingresos bajos y medios con datos recientes, alrededor del 40% de los niños de entre 3 y 5 años de edad no reciben estimulación socioemocional y cognitiva de ningún adulto de su familia.
Impactos del trabajo informal
La falta de opciones para la asistencia a la infancia y la educación preescolar también deja a muchos padres, en particular a las madres que trabajan de modo informal, sin otra opción que llevar a sus hijos pequeños al trabajo. Más de 9 de cada 10 mujeres en África y casi 7 de cada 10 en Asia y el Pacífico, trabajan de modo informal y tienen un acceso limitado o nulo a cualquier forma de protección social. Según el informe, muchos padres siguen atrapados en un trabajo poco fiable y mal pagado, lo que contribuye a los ciclos intergeneracionales de pobreza.
Una asistencia a la infancia accesible, sostenible y de calidad
"El acceso a servicios de asistencia a la infancia y a una educación preescolar accesibles y de calidad es crucial para el desarrollo de las familias y de las sociedades socialmente cohesionadas", dijo Francesco Samengo, Presidente de la Oficina del UNICEF en Italia. "UNICEF hace un llamamiento a favor de una asistencia a la infancia accesible, sostenible económicamente y de calidad desde el nacimiento hasta la entrada de los niños en el primer año de la escuela".
La investigación proporciona orientación sobre la forma en que los gobiernos y los empleadores pueden mejorar sus políticas de asistencia a la infancia y de educación preescolar, incluso proporcionando a todos los niños acceso a centros de asistencia a la infancia de alta calidad, apropiados para su edad, económicos y accesibles, independientemente de las circunstancias familiares.
Políticas favorables a la familia
En la investigación también se esbozan otras políticas favorables a la familia, entre ellas:
- Licencia parental pagada para todos los padres, de modo que no haya una brecha entre el final de la licencia parental y el comienzo de una asistencia a la infancia a precios accesibles;
- acuerdos de trabajo flexibles que satisfagan las necesidades de los padres que trabajan;
- Inversión en la mano de obra no familiar para el cuidado de los niños, incluida la capacitación;
- Sistemas de protección social, incluidas las transferencias de dinero a las familias que trabajan en el sector informal.
"La pandemia de COVID-19 está exacerbando aún más la crisis mundial del cuidado de los niños", dijo Fore. "Las familias necesitan el apoyo de sus gobiernos y empleadores para superar esta tormenta y salvaguardar el aprendizaje y desarrollo de sus hijos”.
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