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Pope – Alina Tufani

“Instamos a la creación a corto plazo de un Fondo de emergencia para los Servicios Sociales durante la pandemia COVID-19, que permitiría a la Unión Europea (UE) apoyar directamente y poner a disposición servicios sociales urgentes durante este período de emergencia”.  Esta es sólo una de las peticiones que , junto a once organizaciones sociales, hace a la Unión Europea ante la crisis que la pandemia de coronavirus ha causado, en particular, a los servicios sociales los cuales se han visto muy afectados al tratar de adaptar su funcionamiento a las regulaciones nacionales de confinamiento.

Se exige una acción urgente

En la declaración firmada por las organizaciones sociales y Caritas Europa, tras una reunión virtual a finales de junio, se exige una acción urgente y más resiliencia con respecto a los servicios sociales. En el documento se afirma:

Los servicios sociales brindan atención y apoyo a millones de personas en Europa, con ayuda a personas mayores, con discapacidad, niños y jóvenes, personas en riesgo de pobreza, sin hogar, migrantes y personas que sufren violencia doméstica, entre otros.  En otras palabras, ayudan a las personas a gozar de sus derechos humanos. Por otra parte, la declaración subraya que los servicios sociales también son esenciales para el mercado y la economía europea, en cuanto ayudan a crear empleo para 11 millones de trabajadores, el 5% de la fuerza laboral total de la UE, y con un aumento del 24% en los últimos diez años.

Los servicios sociales son esenciales

Ante estos datos, el grupo de instituciones sostiene que los fondos de la UE destinados a los servicios sociales deben ser vistos como una inversión y no como un costo. “Los servicios sociales – afirma la nota – son servicios esenciales, sin embargo, no son suficientemente reconocidos como esenciales, pues con demasiada frecuencia, sólo se dejan como una tarea de última hora”.

Según la declaración conjunta la pandemia de COVID-19 puso al descubierto y exacerbó muchas debilidades en el sector de servicios sociales y, a pesar de que la situación de COVID-19 ha mejorado, la reactivación de las actividades ha sido lenta y a veces sólo parcial como consecuencia de problemas ya preexistentes, tales como la falta de fondos, la escasez de personal, los salarios poco atractivos y el trabajo en condiciones cambiantes y precarias.

“Recomendamos a las instituciones europeas fortalecer la naturaleza esencial de los servicios sociales y exigimos acciones urgentes para lo social”,  apunta la declaración al advertir que el impacto económico y social de la crisis debido a la pandemia de COVID-19 conducirá a una mayor demanda de proveedores de servicios sociales, que no están en condiciones de asumir este reto. En el documento también se afirma:

Ante esta situación, las organizaciones sociales piden a la Unión Europea desempeñar un papel más importante en el desarrollo de ecosistemas de servicios sociales; por ejemplo, en financiación, orientación política, apoyo al diálogo social y legislación. Y la declaración concluye: