Australia celebra hoy el Día Nacional del Perdón hacia los aborígenes
Anna Poce – Pope
En Australia, hoy 26 de mayo, se celebra el Día Nacional del Perdón, una jornada nacional del disgusto, que conmemora a las víctimas de una ley del Gobierno que permitió la expulsión forzada de niños aborígenes y del Estrecho de Torres, ahora conocido como el "generación robada” de sus familias y comunidades.
La hermana Margaret Keane rsj, de las Hermanas del Buen Samaritano, en un comunicado publicado con motivo de este día, que se celebra en el país todos los años desde 1998, es decir, un año después de la presentación en el Parlamento del informe "Traerlos a casa" - resultado de un investigación gubernamental sobre políticas pasadas - explica cómo este día nos desafía a reflexionar sobre la historia colonial y las actitudes hacia los aborígenes y haga parte de la expiación.
Recordando la presentación de la disculpa formal nacional del Primer Ministro Kevin Rudd, el 13 de febrero de 2008, en el Parlamento, la religiosa habla de "catarsis, alivio, satisfacción, como si los errores del pasado finalmente hubieran sido expuestos y confesados", y se conmueve, viendo el video en YouTube, por las lágrimas derramadas ese día por los nativos.
Sin embargo, continúa la Hermana Keane, esta jornada no solo está dedicada al arrepentimiento, sino también a resaltar algunos logros de los pueblos aborígenes en numerosos campos de la vida y la honestidad y reciprocidad en sus relaciones, presenciada por las Hermanas que trabajan de cerca de ellos.
La hermana Margaret también habla sobre la utilidad e importancia de los programas para curar el trauma y el consiguiente comportamiento violento causado por las prácticas crueles infligidas en las generaciones pasadas. Entre ellos, cita el "Programa de curación de la causa de la violencia", organizado por la hermana Alma Cabassi, para los habitantes de Halls Creek y Balgo, subsidiado por Mary MacKillop Today y la Policía de Australia Occidental.
En algunas circunstancias, escribe la religiosa, "la palabra 'lo siento' no es fácil de pronunciar, pero una vez pronunciada con sinceridad, abre el camino a la reconciliación, a un encuentro más genuino entre ellos, a una aceptación continua de las recíprocas deficiencias".
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