Hace diez a?os la marea negra en el Golfo de ²Ñ¨¦³æ¾±³¦´Ç
Pope
Después de la explosión, que ocurrió exactamente el 20 de abril, hace diez años en la plataforma de la British Petroleum (BP) y que costó la vida a 11 de los 126 hombres a bordo, continuó durante 87 días derramando petróleo en el mar. El mundo se alarmó y la compañía petrolera se comprometió a contener los daños y a gestionar la limpieza. Pero el estudio publicado en los últimos días en "Science Advances" ¨C escrito por investigadores de las Universidades de Miami, Georgia y el Sur de Florida ¨C documenta que "el petróleo tóxico e invisible se extendió mucho más allá de la huella del satélite que se dio a conocer inmediatamente después del derrame de petróleo de Deepwater Horizon". Por lo tanto, se ha subestimado el daño causado por el derrame de petróleo en el Golfo de México.
El impacto en el momento
El 15 de julio de 2010, la BP declaró que había logrado tapar la pérdida de petróleo, aunque todavía no estaba seguro de cuánto tiempo duraría esta última solución. Según las propias estimaciones de BP, hasta el 15 de julio de ese año entre 3 y 5 millones de barriles de petróleo, o entre 460.000 y 800.000 toneladas. Dos meses después, en septiembre, el pozo habría sido sellado definitivamente. En la publicación "Science Advances" se señala que, inmediatamente después del desastre, se evaluaron las imágenes satelitales sobre la base de los datos del Servicio Nacional de Satélites, Datos e Información del Medio Ambiente (Nesdis). Fue difícil darse cuenta de la magnitud del derrame no recuperable, como confirmó Emanuele Riccardi, corresponsal de la agencia Ansa ¨C con quien dialogó nuestra colega del programa italiano de Pope, Fausta Esperanza ¨C enviado al sitio inmediatamente después de la noticia de la explosión.
Las consecuencias para el eco-ambiente
Hoy en día, el equipo de investigación de las tres universidades de los Estados Unidos utilizó simulaciones tridimensionales por computadora para rastrear el petróleo, observando discrepancias sustanciales entre los nuevos resultados y las estimaciones anteriores, porque algunas concentraciones de petróleo más pequeñas a menudo escapan a los estudios por satélite. Compararon los datos de las técnicas de modelización del transporte de petróleo con los datos de la tele-observación y de muestreo en el mar para obtener una imagen completa del derrame de petróleo. Encontraron que parte del derrame de petróleo permaneció invisible para los satélites pero no menos "tóxica para la vida marina". La BP ha dado a conocer que en los próximos dos años ha asignado unos 7.000 millones para resarcir a las personas afectadas y unos 25.000 millones a los gobiernos de los Estados implicados. Nada puede anular el daño para el ecosistema marino, para las especies de animales acuáticas pero también para las aves migratorias, para las poblaciones involucradas, para las actividades productivas, como explicó Giorgia Monti, responsable de la campaña marina de Greenpeace-Italia.
Numerosas especies marinas contaminadas
El petróleo y las sustancias químicas dispersantes liberadas en el lugar del desastre contaminan a la población local a corto y medio plazo por inhalación; a largo plazo por vía oral, como resultado de la acumulación de hidrocarburos en la cadena alimentaria. Las primeras especies animales afectadas por el desastre fueron las de menor tamaño y las que se encuentran en la parte inferior de la cadena alimentaria, como el plancton. A esto le siguieron las especies cada vez más grandes que fueron contaminadas directamente por los hidrocarburos y los productos químicos de dispersión o indirectamente al alimentarse de animales contaminados. Entre las especies involucradas se encuentran numerosas especies de peces y varias especies de aves costeras o migratorias como los pelícanos. Los agentes dispersantes, es decir, los productos químicos utilizados para dispersar los hidrocarburos en partes más pequeñas y precipitarlos al fondo del mar, han permitido eliminar el derrame de petróleo en la superficie, pero no reducir la cantidad de petróleo crudo dispersado en el medio ambiente y depositado en el fondo del mar a más de 1600 metros de profundidad.
El más grave, pero no el último de los desastres
El derrame de hace diez años superó más de diez veces en tamaño al de la petrolera Exxon Valdez que sucedió en 1989, convirtiéndose en el desastre ambiental más grave, conocido como la "marea negra". Pero no fue el último en el Golfo de México. Ha habido al menos dos muy graves. El primero, aunque contenido en los daños, ocurrió sólo cuatro meses y medio después del desastre de Deepwater Horizon. Otra plataforma petrolífera se incendió en el Golfo de México, a pocos kilómetros de donde explotó la plataforma de BP. El pánico se extendió rápidamente entre los habitantes del Golfo ante la idea de otra catástrofe ambiental, pero el accidente no causó víctimas y no provocó grandes derrames de petróleo en el mar. Se salvaron los 13 trabajadores presentes. En cambio, hubo consecuencias cuando entre el 11 y el 12 de octubre de 2017, más de 9.000 barriles de petróleo se derramaron en las aguas del Golfo de México debido a la rotura de tuberías submarinas a unos 65 kilómetros de la costa de Venice, en Luisiana.
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