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Ciudad del Vaticano

Tal como se lee en el comunicado enviado por la organización Pax Christi Alemania y apoyado por otras asociaciones que trabajan en la construcción de la paz; "la moratoria de las exportaciones de armas impuesta a Arabia Saudita termina el 31 de marzo".

Por este motivo, más de treinta organizaciones alemanas e internacionales "piden la prohibición total de las exportaciones de armas para todos los países pertenecientes a la coalición militar liderada por este país en la guerra contra Yemen". Dirigiéndose directamente al Consejo Federal de Seguridad, los firmantes solicitan "una prohibición total, vinculante e indefinida" de los armamentos siempre que "exista el peligro de que el equipo militar alemán pueda contribuir a la violación de los derechos humanos y el derecho internacional en Yemen".

Millones de personas sufren el conflicto armado

Las organizaciones también piden "la extensión de la prohibición a las licencias de exportación ya concedidas". Además, se espera que el gobierno federal se alinee con el Parlamento Europeo para apoyar "un embargo de armas contra toda la coalición militar en Yemen, encabezada por Arabia Saudita".

"Hablamos con una sola voz - escriben los firmantes de la carta - porque los derechos humanos y el derecho internacional humanitario son pisoteados todos los días en este país". Y más aún; el precio de este conflicto "lo pagan millones de niños, mujeres y hombres cuyos medios de vida han sido destruidos: 24 millones de personas dependen de la ayuda humanitaria". Sin olvidar que una gran parte de la población yemení, incluidos 2 millones de niños menores de 5 años y 1 millón de mujeres embarazadas, padece hambre y malnutrición.

Llamamiento del Papa por la paz

En este sentido, resuenan más que nunca las palabras del Papa Francisco en el Ángelus del 3 de febrero de 2019: "Con gran preocupación sigo la crisis humanitaria en Yemen - dijo el Santo Padre hace un año - La población está agotada por el largo conflicto y muchos niños sufren de hambre. Hermanos y hermanas, el llanto de estos niños y sus padres se eleva ante Dios. Hago un llamamiento a las partes interesadas y a la comunidad internacional para que promuevan urgentemente el cumplimiento de los acuerdos alcanzados, garanticen la distribución de alimentos y trabajen por el bien de la población".