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Roberta Barbi 鈥� Ciudad del Vaticano

El coordinador de las actividades en Mozambique de la ONG portuguesa Helpo, que se ocupa de los niños en dificultad, Carlos Almeida, en una entrevista con la agencia Ecclesia, da la voz de alarma sobre la difícil situación en la que se encuentra todavía el país un año después del paso del ciclón Idai.

El ciclón tropical que azotó el África central y oriental hace un año tuvo su origen en una depresión tropical frente a la costa oriental de Mozambique y causó violentas inundaciones en Malawi y Zimbabwe.

"La gente de estas zonas rurales está pasando realmente por un momento difícil, con muchas dificultades, y están consiguiendo sobrevivir, ni siquiera digo vivir", dijo Almeida, un enseñante que ha estado trabajando como voluntario en el país desde 2010.

"Los que conocen Mozambique y los mozambiqueños saben que las personas, ante todo, están muy contentas de estar vivas. Tienen aun la sonrisa en el rostro y se enfrentan a la vida cotidiana con una enorme capacidad de resistencia. Tenemos mucho que aprender si pudiéramos interiorizar la fuerza que los hace así", observa.

"Sin embargo, las cosas no van bien y se prevé que 2020 será un año bastante difícil para la población", señala el operador de la ONG que promueve el proyecto "Reconstrucción y resiliencia en los centros de salud y en la población post-Idai" en colaboración con la Iglesia local de Dombe.

"Después de casi un año, hablamos con los afectados que nos dicen que los niños todavía se despiertan por la noche llorando y pidiendo ayuda. Hay muchos traumas que no desaparecen de la noche a la mañana", concluye Carlos Almeida.