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Alina Tufani – Ciudad del Vaticano

“Pedimos la evacuación inmediata de los campos de refugiados y puntos críticos en las islas griegas para evitar una catástrofe en medio de la pandemia de coronavirus”. Este es el llamado de Caritas Europa, junto a más de 200 organizaciones de la iglesia y de la sociedad civil, para pedir a las instituciones de la Unión Europea y al gobierno de Grecia que evacuen inmediatamente los campamentos de refugiados en las islas griegas frente a la creciente pandemia de COVID-19.  

“Más de 42,000 personas – se lee en la nota- están atrapadas en las islas en campamentos superpoblados y en condiciones terribles, por lo tanto, las medidas recomendadas como el distanciamiento social o el lavado frecuente de manos son simplemente imposibles de mantener”. El documento enviado a la presidencia de la Comisión Europea, del Parlamento Europeo, del Consejo Europeo y al primer ministro de la República Griega afirma que no hay posibilidad alguna para contener ningún brote dentro de los campamentos, poniendo en peligro la salud de los refugiados y de la población local, especialmente de los ancianos y de las personas en frágiles condiciones de salud.

Caritas Europa explica en un comunicado que como institución ha pedido sistemáticamente que los refugiados en las islas griegas sean reubicados en los Estados miembros de la Unión Europea. Sin embargo, advierte que, en esta ocasión, el aumento de COVID-19 hace que la evacuación sea aún más urgente para proteger a los migrantes, la población local y los trabajadores de ayuda humanitaria.

“Pedimos a los Estados miembros de la UE que muestren liderazgo y solidaridad con Grecia y que reubiquen a los refugiados de las islas griegas”, se lee en la nota que recomienda además que la reubicación se haga en primera instancia con los niños no acompañados y los refugiados más vulnerables. “Nadie debería quedar en condiciones tan poco dignas en las islas griegas – dice el documento-

 Igualmente, Caritas Europa exhorta al gobierno griego a restablecer el acceso al asilo, que ha estado suspendido desde principios de marzo. “El derecho humano universal a solicitar asilo debe ser respetado, dando acceso a procedimientos justos y eficientes, no castigar a las personas que cruzan las fronteras para presentar una solicitud de asilo y respetar plenamente el principio de no devolución. Las organizaciones religiosas y civiles concluyen el documento afirmando que debido a la larga experiencia en el cuidado y asesoramiento de los refugiados, están seguros de que la Unión Europea está en capacidad de hacer frente a la crisis actual y evitar esta inminente catástrofe humanitaria.