Los jesuitas denuncian la represión y falta de libertad en Nicaragua
Francesca Sabatinelli - Ciudad del Vaticano
"Lamentamos profundamente que continúe agravándose la crisis política de Nicaragua y que se haya interrumpido la posibilidad de diálogo entre el Gobierno y la oposición, con el consiguiente incremento del sufrimiento del pueblonicaragüense", con estas palabras inicia el comunicado oficial de los jesuitas de la Conferencia de Provinciales de América Latina y el Caribe (Cpal), firmado por otros hermanos de diversos organismos, entidades pastorales, universidades y medios de comunicación; en el que defienden la labor de la Universidad Centroamericana (UCA) de Managua, asegurando que siempre ha "demostrado una absoluta profesionalidad en el ejercicio de sus funciones de enseñanza, investigación y servicio para el bien común de todo el pueblo nicaragüense y el respeto de las libertades fundamentales de todos los ciudadanos".
Una situación crítica que lleva dos años
En este contexto, Pope entrevista a Bruno Desidera, periodista de "La vita del popolo", revista semanal de la Diócesis de Treviso, en Italia; y experto en América Latina, quien afirma que "los jesuitas han querido poner sobre la mesa todas sus fuerzas para destacar la persistencia de una situación que ya lleva casi dos años".
Asimismo, Desidera explica que el gobierno ha puesto en marcha políticas de contracción de las contribuciones públicas, "un modo de poner en dificultad lo que se considera uno de los baluartes de la protesta, las universidades fueron el lugar donde nació la protesta en 2018, y la Uca fue una de las universidades donde esta se produjo con más fuerza".
Temor por la seguridad del rector de la UCA
Tal como se lee en el comunicado los jesuitas denuncian "particularmente la mentirosa y calumniosa campaña mediática de odio que, con la complacencia del gobierno, se ha desarrollado contra la UCA, los jesuitas, sus colaboradores", y concluyen responsabilizando al presidente del Nicaragua Daniel Ortega y a su esposa Rosario Murillo por la seguridad, la vida y la integridad de la UCA y de cada uno de sus miembros, sean estudiantes, académicos o directivos, y particularmente por la integridad y la vida del padre José Alberto Idiáquez, rector de la UCA.
Prisioneros liberados gracias a la mediación de la Iglesia
Al respecto, el periodista italiano Desidera manifiesta que lo que se requiere "es una mayor libertad de opinión, de expresión, pero también un cambio de régimen". Esas fueron las demandas de los manifestantes en 2018, demandas que fueron inmediatamente reprimidas con violencia.
Desidera concluye describiendo nuevamente la situación: violencia a todos los niveles, excepto en los raros momentos de tregua, con la mediación de la Iglesia Católica que, en algunas ocasiones, consiguió que los prisioneros políticos fueran liberados. En este momento el hecho es que en Nicaragua no se puede manifestar, no se puede expresar el pensamiento.
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