䲹ú: El país está siendo atacado por los yihadistas de Boko Haram
Ciudad del Vaticano
“Boko Haram es como la bestia del Apocalipsis, como una hidra multicéfala. Aunque le corten una cabeza parece que inmediatamente le vuelve a crecer otra”, es cuanto afirma Monseñor Bruno Ateba, Obispo de la diócesis de Maroua-Mokolo, en el norte de Camerún, en conversación con la fundación Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), al describir la impotencia de las poblaciones locales ante la aparente invencibilidad del grupo terrorista de matriz islámica que desde hace algunos años atraviesa las fronteras de Nigeria y aterroriza a los Países vecinos como el propio Camerún, Níger y Chad.
No pasa un día sin ataques e incursiones terroristas
“En los pueblos del Estado de Borno, en Nigeria, y en toda la zona fronteriza de Camerún – asegura Monseñor Ateba – no pasa un día sin noticias de ataques e incursiones de los terroristas. Los secuestros y ejecuciones de campesinos han instaurado un verdadero reino de terror entre la población”. El temor de las poblaciones locales, y de los cristianos en particular, se exacerbó tras la publicación del vídeo del brutal asesinato de 10 cristianos por parte de la Provincia de África Occidental del Estado Islámico (Iswap), una rama que se separó de Boko Haram en 2016. “Después de la publicación del vídeo, en un momento en que la gente pensaba que el grupo terrorista había sido completamente erradicado, el horror ha resurgido en el norte de Camerún – señala el Obispo de Maroua-Mokolo – en mi diócesis se han producido 13 ataques en las últimas semanas. Una iglesia fue incendiada el día de la Epifanía. Todavía estamos investigando, pero las pruebas indican que se ha tratado de un ataque terrorista”.
La bestia reaparece con nueva violencia
También algunas aldeas camerunesas cerca de la frontera nigeriana igualmente han sido destruidas, como denunció en los últimos días a ACN, Monseñor Barthélemy Yaouda Hourgo, Obispo de Yaouga. “Bablim, mi pueblo natal, ya no existe – afirmó el Obispo – los terroristas mataron a un joven de mi familia y devastaron completamente el pueblo entero, incluyendo la casa donde nací. Todos, excepto los enfermos y ancianos, se vieron obligados a huir a la cercana ciudad de Mora, a 17 km de distancia”. Monseñor Hourgo invita especialmente a rezar por los numerosos desplazados que, en la época más fría del año a causa de los terroristas, ya no tienen más un hogar donde refugiarse.
Miles de cameruneses desplazados a causa de la violencia
De hecho, serían más de 270.000 los cameruneses desplazados desde 2014 a causa de la violencia de Boko Haram, que sólo en 2019 habría cometido más de 100 ataques en el País, matando a más de un centenar de civiles. Sin embargo, aunque durante los últimos años las fuerzas armadas han evitado eficientemente los ataques convencionales de Boko Haram, no han logrado cortar de raíz el movimiento y parece que una nueva generación de militantes amenaza de nuevo. Y lamentablemente los terroristas logran cada vez con mayor facilidad reclutar nuevos miembros, como señaló Monseñor Ateba. “La pobreza y la inseguridad que sufren las zonas rurales y la falta de perspectivas para los jóvenes les convierten en objetivo fácil de manipular para los yihadistas”.
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