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Matteo Petri - Ciudad del Vaticano

Existe una creciente preocupación por parte de algunas organizaciones que luchan por los derechos humanos porque ha aumentado la inseguridad en todo el territorio haitiano. Desde noviembre de 2018, más de 100 civiles han sido asesinados por la violencia de las pandillas, mientras que la policía informa de que 15 de sus miembros han sido asesinados este año. Tal vez, por primera vez en la historia de la violencia, hay bandas que han comenzado a chantajear a ONG y embajadas, pidiendo dinero a cambio de "protección".

Acontecimientos recientes

En la noche del 24 de abril, bandidos pertenecientes a una banda llamada Sony John, alias Tije, mataron a ocho personas en Carrefour Feuilles (distrito sudoriental de la capital, Puerto Príncipe), entre ellas una mujer embarazada, y, según informes policiales, una docena de civiles resultaron heridos. "El futuro incierto de la sociedad está dividido entre la pobreza, la inseguridad y la impunidad", dice el arzobispo metropolitano de Puerto Príncipe, Mons. Max Leroy Mésidor, en una reunión con la prensa local. "La violencia actual no es espontánea, es organizada. El Arzobispo destacó en su mensaje de condolencia a las familias de las víctimas de la masacre del 24 de abril.

El Observatorio Haitiano de Derechos Humanos (Ohdh) denuncia también la pasividad de las autoridades políticas y policiales, que no logran dejar fuera de combate a los famosos bandoleros que aterrorizan a la población desde hace varios meses.

Según las críticas de la prensa local, estos bandidos cuentan con el apoyo de parlamentarios, altos funcionarios de la policía nacional haitiana y miembros del gobierno, según informó la Ohdh. Prueba de ello es el hecho de que el senador García Delva fue expulsado de su partido político, Ayiti, cuando se descubrieron sus acuerdos con el líder de la banda, Arnel Joseph.

El testimonio de Mariavittoria Rava, fundadora y presidenta de la Fundación Rava

Nacida con el deseo de ser testigo del amor a la vida y con el compromiso de ofrecer ayuda concreta a los niños en situaciones difíciles, la Fundación Rava está presente en Haití desde 1985. El compromiso y el deseo que ha animado a la fundación desde sus inicios ha recibido una fuerza concreta y mayor del encuentro con Nuestros Pequeños Hermanos (NPH), una organización humanitaria internacional para la infancia, a la que la Fundación representa en Italia.

"Los problemas en Haití son siempre los mismos -explica el Presidente a nuestros micrófonos-, hay una pobreza extrema y, por lo tanto, una gran dificultad social. Por nuestra parte, ayudamos y cuidamos a los niños en nuestro hospital de Sant Damian, y con nuestros proyectos repartidos por toda la isla. Nos enfrentamos a todas las dificultades que encontramos en un territorio tan complejo con mucha compasión, pero los caminos son a menudo intransitables y peligrosos y a mucha gente le resulta difícil venir a trabajar en nuestros proyectos".

Los proyectos de la Fundación Rava

"Además del hospital infantil - añade la presidenta Mariavittoria Rava - estamos trabajando en un hogar para niños huérfanos y necesitados, trabajamos en 32 escuelas en la calle, que se encuentran en todas las provincias del país. Tenemos un centro de promoción de bienes y servicios donde enseñamos a los niños una profesión: una escuela para enfermeras y otra para técnicos informáticos".

Los objetivos

"Nuestro objetivo, concluye el fundador de la Fundación, no es sólo proporcionar asistencia médica a los niños, sino también y sobre todo devolver la dignidad a los haitianos. El hecho de trabajar y hacer trabajar a la población local es fundamental para establecer una relación de plena confianza entre la población civil y nuestra asociación.